CURITIBA.- La de Argelia es una de las historias más ricas de este Mundial. El equipo africano empató ayer ante Rusia y avanzó por primera vez a los octavos de final de un Mundial en medio de circunstancias completamente especiales para un equipo.
Ni bien finalizó el partido que había empezado perdiendo y que logró igualarlo a falta de 30 minutos para el final, había conseguido que África ponga dos equipos en los octavos de un Mundial por primera vez . “No tengo palabras. Es extraordinario, increíble”, dijo el volante Nabil Bentaleb.
Los argelinos dieron una especie de vuelta olímpica en el estadio de Curitiba flameando su bandera, casi como si hubiesen salido campeones. En Argel, capital de su país, las calles se colmaron de fanáticos enardecidos que con bengalas y más banderas festejaron la clasificación.
Más allá de haber estado en un grupo sin selecciones grandes, la hazaña de dejar afuera a la ascendente Rusia fue suficiente como para delirar de alegría. “Nunca nos dimos por vencidos y siempre creímos en nosotros mismos. Somos mentalmente fuertes y somos un equipo”, añadió Bentaleb.
Otra de las aristas particulares de Argelia será el inicio a partir de hoy del Ramadán, el mes en que los musulmanes ayunan en horarios diurnos. Los jugadores, según publicó el diario As de España, prometieron ser fieles a sus creencias y llevaron nutricionistas especialistas en ayunos para que la dieta no incida en el rendimiento. Quizás todos esperaban que para el 27 de junio estén todos liberados, pero no. Argelia respetará su historia y podrá seguir escribiendo capítulos de ella. (Especial-DPA)