Brasil llora y su rica historia futbolística se rasga las vestiduras. Es que el Mundial en la tierra del jogo bonito y cuna inagotable de talentos comenzó a quedarse sin las principales figuras, esas que amenazaban con robarse todas las miradas durante este certamen.
Ayer le tocó el turno a Cristiano Ronaldo y su Portugal. El delantero de Real Madrid marcó el gol de la victoria 2-1 sobre Ghana. Pero no le alcanzó; ni a él ni a su selección. Fue muy pobre lo del astro portugués, pero no fue el único. Muchos más padecieron el paso por la tierra de la samba y la feijoada.
Con la partida de Ronaldo se terminó de sentenciar una dura realidad que había comenzado a forjarse a principios de esta semana: muchas figuras descarrilaron feo en este Mundial y se marcharon por la puerta de atrás; todo lo contrario a lo que se esperaba de ellos.
España, Inglaterra e Italia, tres campeones del Mundo, derraparon y se volvieron antes de tiempo contra los pronósticos; y con ellos varias figuras que habitualmente brillan con luz propia pero que durante estas dos semanas estuvieron apagadas. Aunque lo deportivo no fue lo único que dejó casi sin cracks al torneo.
Las lesiones y suspensiones también hicieron de lo suyo y se cobraron un par de víctimas. Sergio Agüero sufrió un problema muscular en el duelo contra Nigeria y se perderá, por lo menos, el partido contra Suiza por octavos. Igualmente, “Kun” venía sufriendo el mal de los astros y su nivel durante en las tres primeras fechas había estado muy por debajo de la media. Y lo más resonante, es la baja de Luis Suárez. El uruguayo fue sancionado con nueve fechas de suspensión por morder al italiano Giorgio Chiellini, y también se queda afuera.
Sí; los cracks vienen cruzados. Sólo Messi y Neymar vienen salvando la ropa.