NUEVA YORK.- El ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó que “Argentina quiere seguir pagando pero estamos ante una situación que no nos dejan” y advirtió que a causa del juicio con los fondos buitre “el 1% (de los holdouts que no entró al canje) pone en riesgo prácticamente a la totalidad de los bonistas”. Al exponer en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, invitado por el G77+China, el ministro dijo: “hemos pedido un trato justo y no hemos tenido respuesta; sólo nos han pedido buena voluntad en la negociación”.

Kicillof afirmó que “no podemos permitir que la crisis del 2001, esa que se inició con la crisis de deuda que instauró una sangrienta dictadura militar, vuelva a ocurrir” y que “en todos lo caminos este fallo empuja a la Argentina a un riesgo de crisis económica”.

“Si la Argentina quiere pagar al 92% que entró en el canje, el fallo dice que nadie puede colaborar con la Argentina”, prosiguió el ministro, tras lo cual advirtió que “este fallo nos empuja a una situación de default técnico” y a “un sufrimiento para el pueblo argentino”. Recordó que “el FMI había dicho que las decisiones judiciales, de ser confirmadas, probablemente otorgarían más poder a los holdouts, porque permitirán la interrupción del pago a los bonistas que aceptaron el canje y aumentaría el riesgo que los juicios se multipliquen”.

“Si Argentina pagara los 1.500 millones y aún los 15.000 millones, pueden sobrevenir los reclamos de todos aquellos que entraron al canje”, prosiguió el ministro. Respecto de los números, Kicillof se preguntó a “cuánto asciende esa deuda”, a lo que respondió que “un cálculo conservador dice 120.000 millones de dólares”. La Argentina espera que el juez Thomas Griesa aplique una “medida suspensiva” y no ejecute la sentencia que obliga al país a abonar 1.330 millones de dólares en efectivo y en un solo pago a los fondos buitre. El Gobierno argentino aguarda que el juez defina su solicitud de reponer una cautelar que le permitiría negociar con los holdouts sin riesgo de que se generen embargos sobre los pagos que el país debe efectuar el lunes a los bonistas que aceptaron los canjes.

Kicillof fue precedido por el canciller Héctor Timerman, quien advirtió que la cuestión de los fondos buitre “es un asunto de suma gravedad que requiere la atención de todos”. En tanto, el presidente del G77+China, Sacha Llorenti Solís, exhortó a “promover los debates que se celebran en la ONU y otros foros” y repudió la posibilidad de que los fondos buitre “paralicen las restructuraciones de deuda” al dar apertura de la sesión especial de la ONU.

Por otro parte, Daniel Pollack, el mediador designado por el juez Griesa para encauzar las negociaciones entre la Argentina y los holdouts, dio una escueta declaración sobre la marcha de las tratativas. “Los abogados de las partes se reunieron conmigo ayer durante varias horas, y también se han comunicado conmigo telefónicamente en el transcurso de las últimas 48 horas. No se ha llegado a una resolución. Las partes, a través de sus abogados, han acordado mantener nuestras conversaciones en forma confidencial, con el fin de facilitar la posibilidad de una futura resolución”. El abogado, especialista en litigios financieros y egresado de la prestigiosa Universidad de Harvard, comunicó así sus primeras impresiones con respecto a la marcha de las negociaciones. Se cree que esta será la primera de algunas comunicaciones más con respecto al “juicio del siglo”. Hay que recordar que Pollack no tiene potestad para definir absolutamente nada en este pleito, facultad que aún queda para Griesa.

En una resolución de dos páginas, Griesa determinó que Pollack “podrá conducir y presidir sobre tales negociaciones públicamente o ante cámaras, en todo o en parte, y tendrá poder para consultar con las partes a discreción”. La especialidad de Pollack, abogado con fuertes raíces en la comunidad inversora de Wall Street, son las finanzas corporativas y la representación de ejecutivos de grandes compañías. (DyN-Télam-DPA-infobae.com)