RÍO DE JANEIRO, Brasil.- En los octavos de final del Mundial Brasil 2014, la selección argentina se medirá el próximo martes contra Suiza, segundo del Grupo E, en el estadio Arena Corinthians de San Pablo. Pero, ¿cúanto sabemos del rival?

La Selección y Suiza se enfrentaron en seis oportunidades. Argentina ganó en cuatro encuentros, hubo dos empates, mientras que los europeos no lograron sumar ningún triunfo. El partido de la semana que viene será el séptimo en el historial y el segundo en una Copa del Mundo.

A saber

Suiza tiene como punto fuerte el orden táctico que le imprimió el alemán Ottmar Hitzfeld, que emplea el dibujo 4-2-3-1 y le da, en principio, solidez en defensa y poder en ataque. El DT, de 65 años, está a cargo del seleccionado helvético desde 2008 y, ya con la experiencia mundialista de Sudáfrica 2010, su equipo dejó de ser un simple contragolpeador, pues llegó a esta instancia luego de finalizar segundo en su grupo, el E, detrás de Francia, con seis puntos, producto de dos triunfos y una derrota, con siete goles a favor y seis en contra.

Suiza en el debut venció sobre la hora a Ecuador (2-1 en Brasilia), luego fue goleado por Francia (5-2 en Salvador), y hoy vapuleó a Honduras (3-0 en Manaos).


Marca patentada

El director técnico alemán, con su patentado 4-2-3-1, armó el equipo de atrás hacia adelante, a partir de la seguridad y la experiencia que le da el arquero Diego Benaglio, de 30 años y jugador Wolfsburgo de Alemania.

También tiene una defensa que se repite de memoria con Stephan Lichteiner, la gran figura que juega en Juventus de Italia; Johan Djourou, de Hamburgo de Alemania; Steve Von Bergen, de Young Boys de Suiza; y Ricardo Rodríguez, de Wolfsburgo de Alemania.

Una opción que manejó Hitzfeld en esta Copa del Mundo fue Fabian Schar, de Basilea de Suiza.
Sin embargo, el seleccionado suizo ostenta su mayor poderío en la mitad de la cancha con el doble cinco que conforman Valon Behrami y Gokhan Inler, ambos de 29 años y que se desempeñan coincidentemente en Napoli de Italia.

A ellos se le suman Valentin Stocker, de Basilea de Suiza, o Admir Mehmedi, de Friburgo de Alemania, por derecha; Granit Xhaka, de Borussia Monchengladbach de Alemania; y Xherdan Shaqiri, de Bayern Munich de Alemania, por izquierda.

Y su referencias ofensivas, que alternan en el equipo, son Haris Seferovic, de Real Sociedad de España, y Josip Drmic, de Bayer Leverkusen de Alemania.

La alineación base suiza, de acuerdo a lo que se vio en lo jugado de Brasil 2014, es Benaglio; Lichteiner, Djourou, Von Bergen o Schar y Ricardo Rodrí­guez; Behrami y Inler; Stocker o Mehmedi,  Xhaka y Shaqiri; y Drmic o Seferovi.


Historial

Argentina en el ciclo de Alejandro Sabella se enfrentó con Suiza el 29 de febrero del 2012, en Berna, y le ganó por 3 a 1, con tres goles de Lionel Messi, en un amistoso.

En dicho encuentro, Alejandro Sabella utilizó el 4-4-2 y no el 4-3-3, con el que jugó el segundo tiempo contra Bosnia (2-1, en Río de Janeiro), ante Irán (1-0, en Belo Horizonte) y hoy frente a Nigeria (3-2, en Porto Alegre).

Previamente el seleccionado argentino jugó ante el suizo otras cinco veces y nunca perdió, ya que registró tres victorias y dos empates, con 11 goles a favor y dos en contra.

El primer enfrentamiento fue durante el Mundial de Inglaterra 1966, el 19 de julio en Sheffield, y 
Argentina se impuso por 2-0; mientras que los cuatro restantes fueron partidos amistosos: un 5-0 en Córdoba (16/12/80), un 2-0 en Berna (1/9/84), un 1-1 en Berna (8/5/90) y otro 1-1 en Basilea (2/6/07).

En síntesis, a Argentina desde lo estadístico todo lo favorece, pero desde lo táctico tal vez no. Habrá que esperar si Suiza sale a jugar o no. Y eso se sabrá recién el martes 1 de julio a las 13 en el estadio Arena Corinthians, de San Pablo.

Porque el martes empieza la verdadera Copa del Mundo para Argentina. Y teniendo en cuenta los parámetros de Suiza, el conjunto de Sabella no la tendrá fácil. Pero Argentina es Argentina, y, por su experiencia e historia, es el gran favorito para avanzar a los cuartos de final, de un Mundial que hasta ahora no dejó ningún desperdicio.