¿Qué es lo que más atrae de esta nueva publicación del Instituto Cervantes? En primer lugar, la proximidad de su edición (mayo de 2014) y que, para su composición, los autores han consultado una vastísima bibliografía donde se incluye la mayoría de los libros de dudas que le precedieron, más la última edición de la Nueva Gramática del Español de la RAE, diarios, revistas y muchas consultas verbales recientes para sus ejemplos, lo que nos da la oportunidad de conocer las tendencias actuales y las formas más precisas del español en uso. A los hablantes que necesitamos estar al tanto de los usos, cambios o variaciones formales y semánticas de una lengua nos brinda la oportunidad de conocer las tendencias de preferencia o rechazo de distintas modalidades del habla. Pero no solo eso, sino que permite conocer mediante muestras reales las variantes preferidas entre los hablantes de las distintas regiones de países vecinos, lo cual ayuda también a los extranjeros que estudian en países hispanoamericanos. Asimismo nos lleva a reflexionar sobre la conveniencia o no de muchas formas sobre las que, aun los profesores de lengua, podemos tener dudas pese a la supuesta experiencia en su uso. Por último destacamos su panhispanismo, ya que nos advierte en qué países hispanoamericanos o en la Península son de uso frecuente muchas formas corrientes en nuestro medio, en cuáles no se conocen y qué construcciones son más o menos prestigiosas pero aceptables en el habla y no en la lengua escrita, y cuáles conviene evitar en el habla y en la escritura. En conclusión, un libro interesante y muy útil que podemos tener siempre sobre nuestro escritorio para satisfacer nuestras dudas en casi todos los intersticios de la lengua española.