MOSCU/KIEV.- El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, advirtió ayer que podría poner fin a la tregua que vence el viernes, luego de informar que al menos 12 soldados murieron en distintos ataques lanzados por las milicias separatistas pro rusas en el este del país, en las últimas horas.

“El presidente no excluye que el cese del fuego se levante antes de tiempo, teniendo en cuenta las constantes violaciones cometidas por los rebeldes controlados desde el exterior”, sentenció el mandatario ucraniano, en aparente referencia a Rusia, en un breve comunicado difundido por su oficina.

Antes que la tensión volviera a escalar en Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin, había llamado a extender la tregua entre Kiev y los rebeldes para abrir negociaciones y, en un gesto conciliador, había pedido a su Congreso derogar el permiso para movilizar tropas al país vecino.

El viernes pasado el flamante presidente ucranino había declarado un cese del fuego en las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk durante siete días, y el lunes las autoridades de la recientemente proclamada República Popular de Donetsk se habían sumado a ese compromiso.

El acuerdo se alcanzó después de tres meses de combates y ataques que dejaron alrededor de 423 muertos y más de 34.600 desplazados, según informó el secretario general adjunto para Derechos Humanos de la ONU Ivan Simonovic, al Consejo de Seguridad reunido en Estado Unidos.

Poroshenko, en tanto, había propuesto un plan de 15 puntos, que establecía el desarme de las milicias separatistas -nada decía de los paramilitares creados por oligarcas en connivencia con Kiev para combatir a los pro rusos- y una amnistía para los combatientes.

Sin embargo, el flamante presidente -electo el 25 de mayo en una elección boicoteada por los separatistas en Donetsk y Lugansk-, dejó en claro que no negociará con “terroristas” que tienen sus “manos manchadas con sangre”.

Por su lado, Putin volvió a pedir un proceso de paz que incluya a todos los actores del conflicto. “Un alto el fuego de siete días no es suficiente. Necesitamos negociaciones reales, acompañadas por conversaciones diplomáticas, si no estamos condenados al fracaso”, sentenció.

Poroshenko y uno de sus principales aliados, el gobierno de EEUU, celebraron la decisión de Putin. Sin embargo, en paralelo, el presidente ucraniano acusó a las milicias pro rusas de violar sistemáticamente el alto el fuego.

Más tarde, se informó en Kiev que al menos otros 11 soldados fallecieron ayer en ataques a los rebeldes. Todos se concentraron en la zona aledaña a Slaviansk, ciudad del norte de Donetsk que desde hace un mes es epicentro de los combates y los ataques del Ejército y grupos paramilitares aliados.

El ataque más significativo ocurrió cuando un helicóptero fue derribado pocos segundos después de despegar. Los nueve soldados que viajaban en la aeronave fallecieron. (DPA-Télam)