El único refuerzo que tiene la tilde al costado de su nombre en las carpetas de Héctor Rivoira y los dirigentes se llama Eduardo Casais. El lateral derecho, que jugó las últimas dos temporadas en Arsenal, se inició en Boca y tuvo al “Chulo” como técnico en Olimpo, sigue en Buenos Aires pero adelanta lo que los hinchas de Atlético verán cuando llegue.

“Puedo jugar de cinco y de ocho, pero mi puesto es el de cuatro. Lo mío es marcar y salir mucho al ataque. Una especie de (Hugo) ‘Negro’ Ibarra”, ja”, dice Casais que llegará a Tucumán dos días antes de que se inicie la pretemporada, el 2 de julio.

La comparación no es gratuita para Casais, que estuvo nueve años en Boca y compartió momentos con el formoseño multicampeón. “Todos sabemos qué clase de jugador es. Es uno de mis referentes y traté de copiarle cosas al igual que al ‘Negro’ (Luis Amaranto) Perea”, explica.

Entre lo poco que conoce de Tucumán, al que visitó jugando para la CAI e Instituto, está Sebastián Longo, compañero suyo en Olimpo, años más tarde. Sin embargo, con los únicos que habló hasta ahora fue con los dirigentes. “Me dijeron que tienen muchas ganas de ascender y van a poner todo para que así sea. Además, Atlético es un club potente; hinchada, seguro, no nos va a faltar”, agregó Casais.

El lateral llega para cubrir la vacante de Nahuel Roselli y, si las negociaciones con Nicolás Romat prosperan, para pelear el puesto con él.