RÍO DE JANEIRO.- Burlar la seguridad del Maracaná, en pleno Mundial y utilizando sólo un encendedor, suena más a un episodio de la serie “McGyver” que a un caso real. Sin embargo, por increíble que parezca, la turba chilena que asaltó el mítico estadio carioca logró ingresar de esa manera.

“Nos dimos cuenta de que al lado de la entrada de los periodistas había un portón que estaba atado con una cuerda de plástico. No había cadena. Con un encendedor, la cortamos”, relató un profesor de enseñanza pública de Chile, sin revelar su nombre.

“Juntos pasamos a proteger esa puerta. Nos quedamos parados ahí como si fuéramos guardias de seguridad, para que nadie se diera cuenta de que estaba abierta”, continuó. Conscientes de que el Maracaná estaba en sus manos, los chilenos salieron a convocar disimuladamente, “uno por uno”, a cientos de compatriotas que estaban en los alrededores del estadio y sin entrada.

Muy superados en números, dos guardias que custodiaban el acceso a las tribunas les cedieron paso a los que lograron llegar. Los que tomaron el camino equivocado luego de atravesar el sector de prensa fueron capturados tras violentos y caóticos minutos. Los 87 detenidos tienen 72 horas para abandonar el país.

La facilidad con que ingresaron los hinchas no se condice con el operativo de “guerra” montado en las afueras del estadio, y que dificulta la circulación incluso a quienes viven allí.

Sanciones

“Fue lamentable. Lo que pasó no debe pasar nunca más. Empaña el triunfo ante España. Es una situación que condenamos y no aceptamos como federación”, expresó Sergio Jadue, presidente de la Federación de Chile, luego de los destrozos que provocaron los más de 200 chilenos que ingresaron por la fuerza al estadio Maracaná.

El dirigente destacó que la federación buscará algún mecanismo para que los hinchas identificados no puedan volver a entrar a los estadios de su país. (DPA-Reuters-Especial)