SAN PABLO.- “Lo soñé y la verdad que estoy disfrutando este momento por todo lo que sufrí; las críticas que recibí. Acá tienen”, desafió con voz llorosa Luis Suárez, la gran figura uruguaya y autor de los dos tantos frente a Inglaterra. El delantero del Liverpool vivió los últimos minutos del partido abrazado a un compañero en el banco y con lágrimas en los ojos.

El doblete de Suárez llegó 39 días después de haber disputado su último partido. El artillero le dedicó los goles a su esposa, a sus hijos y al kinesiólogo uruguayo Walter Ferreira, a quien considera el artífice de su recuperación, tras la operación de meniscos a la que fue sometido el 22 de mayo en Montevideo. Recuperándose aún, el goleador no jugó en el debut ante Costa Rica, donde su seleccionado perdió por 3 a 1.

“Sufrimos pero se ganó y es lo que se quería. Antes del partido sentía una molestia en la rodilla y él (por el kinesiólogo) me dijo que me olvidara, que no tenía nada que ver con la operación, y así fue”, confesó Suárez, que tras el primer gol corrió al borde del campo para abrazarse con Ferreira y sus compañeros.

El goleador de la Liga Premier contó que en el primer gol experimentó una sensación de alivio. “El segundo ya fue algo impresionante. Estaba acalambrado en las dos piernas antes del segundo tanto, pero algo me decía que me quedara en el campo”, expresó. “Solamente tengo palabras de agradecimiento. Estoy emocionado porque volví con las ganas de siempre y toda la adrenalina que necesita este tipo de partidos. Sirve moral y anímicamente”, agregó.

Suárez fue el héroe en Sudáfrica 2010 al salvar con la mano lo que era un gol de Ghana en los cuartos de final, y ahora volvió a vestirse de ídolo. Con dos golazos, le permitió a Uruguay seguir con vida y dejar a Inglaterra al borde del abismo. (DPA-Reuter)