Si el finde pasado había transcurrido entre brindis y euforia en el búnker de Atlético, esta semana en curso hizo que todo el frenesí fuera desapareciendo, esfumándose. “Por ahora no hay novedades”, es el discurso real de los negociadores del “decano”, encargados de cerrar nuevos contratos con los refuerzos que pidió Héctor Rivoira.

El argumento a la sequía de incorporaciones sigue ubicándose en dos blancos similares: 1) hay tiempo para trabajar y analizar variantes; 2) el Mundial parece haber apagado un poco la ansiedad de comprar.

“Está verde, todo muy verde. Quizás se deba a que la atención de la mayoría está en el Mundial y en lo que suceda con los clubes de Primera. Está de más decir que los de la B Nacional estamos en segundo plano respecto a los de Primera. El futbolista quiere jugar en Primera”, se sinceró un directivo de 25 y Chile.

Hasta el momento, la única pista más o menos palpable apunta a Matías Quiroga, el grandote que jugó en Gimnasia y Esgrima de Jujuy la última temporada y que Atlético viene seduciendo sin suerte desde hace varios años. Por porte físico y condiciones, Quiroga es un nueve de área tentador.

Los montos que se manejan serían la traba en esta historia. Quiroga pide un buen contrato y quizás desde esta vereda no crean que sea para tanto. Promete goles, algo que no festejó muy seguido en las 42 fechas que se fueron de este certamen que proclamó campeón a Banfield y entregó ascensos, además del “taladro”, a Defensa y Justicia e Independiente.

La búsqueda y los llamados telefónicos proseguirán como de costumbre a Buenos Aires, Rosario y Córdoba, donde también hay futbolistas que interesan al entrenador. Lo positivo dentro de lo negativo es que hay cierta tranquilidad porque los puestos de arquero y de la defensa están prácticamente cubiertos. El punto flaco sigue siendo el carril izquierdo. Pero donde el panorama empieza a preocupar es en el medio y en la ofensiva.

No hay cantidad de nombres, hay escasez. La promesa, como sucedió hace unos días, apunta a que el fin de semana que se viene será positivo y esperanzador para los “decanos”.