Hace casi 65 años, se estrenó una de las obras cumbre del cine de suspenso. “Con las horas contadas” contó con la dirección de Rudolph Maté, y su trama (ya clásica) mereció dos remakes desde entonces: la australiana “A la busca de mi asesino”, en 1969, y “Muerto al llegar”, norteamericana de 1988. Es la trama de un hombre envenenado al que le queda poco tiempo de vida, que busca desesperadamente saber quién es su asesino y por qué motivo decidió matarlo.
Es imposible no encontrar similitudes, aunque sea iniciales, entre esa estructura dramática con la nueva producción del eterno Kevin Costner. En “3 días para matar”, encarna al eficiente agente internacional del servicio secreto estadounidense, Ethan Runner, quien decide abandonar el espionaje para reencontrarse con su distanciada familia. En especial, para establecer relación con su hija adolescente Zooey (a cargo de Hailee Steinfeld), a la que apenas conoce.
Al tiempo de tomar esa acción trascendental, descubre que le quedan pocos días de vida por una enfermedad terminal que le afecta el cerebro. Moribundo, recibe una oferta particular: sus superiores le darán a tomar una droga experimental que le permitirá subsistir a cambio de que elimine al terrorista número uno del mundo, todo en los tres días en que debe cuidar a su hija, porque su esposa está fuera de la ciudad.
En medio de su última y peligrosa misión, el espía Renner sufre (para completar el cuadro) efectos colaborales de la medicación, incluyendo alucinaciones que debe controlar a base de alcohol.
Antes de comenzar la filmación, quedó en claro la base técnica de la propuesta y por dónde iba a girar. El argumento original fue elaborado por el celebrado cineasta francés Luc Besson, quien cuenta entre sus pergaminos títulos como “Nikita” (en su versión gala), “El profesional”, “El quinto elemento” y “Juana de Arco”, así como sonados fracasos, aunque ahora está más volcado a la producción y a la escritura. El guión lleva su firma, acompañada por la de Adi Hasak (“Desde París con amor” y “Conspiración en la sombra” son sus antecedentes autorales).
El detrás de cámaras fue asumido por McG, cuya eficiencia en los filmes de acción y en las comedias fue demostrada en las dos películas de “Los ángeles de Charlie”, “Terminator salvación” y “Esto es la guerra”, por mencionar sólo algunas.
En definitiva, una carrera contra la muerte para matar al malo y para que el bueno reconquiste a su familia. Una mezcla de thriller, drama personal de un enfermo y comedia familiar. Un combo que hay que ver para saber cómo salió.