KIEV/MOSCÚ.- Un día después de que Rusia suspendiera el suministro de gas a Ucrania, un importante gasoducto registró una explosión en la ex república soviética, cuyo gobierno convocó un grupo de crisis para hacer frente al problema del abastecimiento energético. El jefe de gobierno ucraniano, Arseni Yatseniuk, volvió a acusar a Rusia de haber cortado el suministro por motivos políticos y no por la deuda millonaria que Kiev tiene con la gasista estatal rusa Gazprom.
Un día después de que Rusia interrumpiera el abastecimiento por el impago de los U$S 1.950 millones (1.440 millones de euros), en la región ucraniana de Poltava, en el centro del país, se produjo una explosión en el ducto Urengoy-Pomary-Uzhgorod.
Ese ducto también traslada gas a Europa occidental. Sin embargo, el operador de la línea, Uktransgaz, aseguró que el incidente no afectaría el abastecimiento de la Unión Europea (UE). El gasoducto es la principal vía de tránsito del gas ruso a Europa a través de Ucrania y está a unos metros bajo el suelo.
El ministro ucraniano del Interior, Arseni Avakov, señaló que existen indicios de que la explosión podría tratarse de un acto terrorista. La única información, aportada por el momento por el operador del gasoducto, indica que poco antes de la explosión se produjo una fuerte caída de la presión por motivos aún desconocidos.
Testigos dijeron haber visto una llama de hasta 200 metros elevándose desde la tubería. No se registraron heridos.
Yatseniuk anunció que una delegación del gobierno viajará a países de la UE para sondear el suministro de gas a Ucrania desde Occidente. Así se cubriría “gran parte” de la demanda de la ex república soviética, explicó el director de la empresa gasista ucraniana, Naftogaz, Andrei Kobolev.
En tanto, en los alrededores de Donetsk continúan los combates. Más de 30 miembros de las tropas del gobierno ucraniano resultaron heridos, mientras que los separatistas prorrusos informaron el derribo de un avión de combate modelo Sujoi S-25.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, nombró una enviada especial a la regiones en crisis de Donetsk y Lugansk como parte de su anunciado plan de paz. Irina Gerashenko se encargará de buscar el diálogo con los insurgentes de la autoproclamada “república popular de Donetsk”, así como de la “república popular de Lugansk”, que intentan escindirse de Ucrania. Los insurgentes se han manifestado en un principio de acuerdo con las conversaciones, pero exigen que haya un mediador de Rusia u organizaciones internacionales. En tanto, dos periodistas murieron en medio de los combates que se libran en el este del país. Se trata de Igor Korneljuk, corresponsal de la televisión rusa, y Anton Voloshin, productor de imágenes que pertenecía al equipo de Korneljuk. (DPA)