Muchos se quedaron en las playas de Río de Janeiro, pero otros apuraron el itinenerario y ya están desembarcando en Belo Horizonte, sede del segundo partido de la Selección. Las camisetas albicelestes empezaron a copar Savassi, el barrio de los pubs y los restaurantes, y la zona céntrica de la capital de Minas Gerais. El sábado tendrá lugar el duelo con Irán en el estadio Mineirao.
La sorpresa se produjo en las casas de cambio. Los operadores no esperaban tantos clientes en el inicio de la semana, por lo que numerosos argentinos quedaron con dólares y/o pesos en la mano. “Es insólito. Nunca pensé que podían faltar reales. ¿Cómo se explica?”, le dijo un hincha –identificado como Raúl Nosetti, de Buenos Aires- a una radio mineira. La situación empezó a normalizarse durante la mañana, mientras los negocios van tomando recaudos. Se aguarda que entre mañana y el viernes serán más de 30.000 los argentinos que demandarán la moneda local.
La capacidad hotelera de Belo Horizonte estuvo colmada durante el fin de semana pasada por decenas de miles de colombianos. Ellos emigraron rumbo a Brasilia, próxima parada de su selección. Esas habitaciones están reservadas para los argentinos, teniendo en cuenta que los visitantes iraníes no pasarán –estiman- de 3.000. La oferta de alojamiento se acrecentó durante las últimas horas. Por un monoambiente en el centro de Belo Horizonte piden 300 reales (unos 1.000 pesos) por día.
La opción es buscar lugar en el barrio de Pampulha, cercano al estadio Mineirao, aunque lejos del centro. En Pampulha hay muy buenos hoteles y casas, ideales para albergar grupos numerosos. Se las consigue por 500 reales (cerca de 1.800 pesos), siempre por día. El Fan Fest también está alejado del centro: funciona en Expominas, en el barrio de Gameleira. Un taxi hasta allí cuesta 30 reales (100 pesos).