Nadie quiso perderse el primer partido de la Selección Argentina en el Mundial Brasil 2014. Desde muy temprano, en las calles de la ciudad ya se sentía el clima mundialista, que se acentuó con el correr de los minutos. Una vez que sonó el pitazo inicial, no quedó nadie afuera y los más rezagados apuraron el paso hasta el televisor más cercano.