Preocupación por un lado, pero tranquilidad por el otro. Con esos sentimientos contradictorios conviven los correntinos desde que la crecida histórica del río Paraná inunda las zonas ribereñas de la provincia, como Itatí, las islas de Ituzaingó, Paso de la Patria, Empedrado y Esquina.

Eduardo Ledesma, jefe de Redacción del diario El Litoral, le dijo a LA GACETA que si bien hay más de 200 familias afectadas y 40 evacuadas, la situación está controlada. “Hubo cierta previsibilidad sobre el incremento del caudal del río, ya que la represa Yaciretá pudo contener durante unos días el agua. Nos advirtieron y se logró preparar un plan de contingencia en todos lados. Las familias afectadas están contenidas, se recuperó el ganado y a aquellas personas que quedaron aisladas por la crecida se les facilitaron lanchas o gomones para que pudieran circular”, indicó.

Ayer por la tarde todavía estaban esperando que la crecida llegara a su pico más alto. Por ello, explicó Ledesma, el Gobierno provincial y las diferentes municipalidades han alistados nueve centros de evacuación, con comida para tres días.

Por otra parte, recomendó a los tucumanos que tengan pensado viajar a Corrientes en los próximos días que lo hagan tranquilidad. “Vale aclarar que las zonas afectadas son las de la ribera, y no las ciudades. Además, las rutas no están bajo el agua, como sucedió en Misiones. Quizás no es recomendable visitar en este momento ciudades turísticas más comprometidas, que pueden llegar a ser Goya e Itatí”, agregó.

Según el Instituto Nacional de Agua, el Ente Binacional Yacyretá y la Prefectura Naval Argentina, entre mañana y el martes, la creciente del Paraná podría afectar también el área metropolitana de Santa Fe. Las autoridades estiman que la cota del río puede ir de los 5,30 hasta los 6,20 metros. Mientras tanto, en Entre Ríos, ya comenzaron las tareas de traslado del ganado de las islas del predelta a zonas más altas, ubicadas entre las ciudades de Paraná y de Victoria. Como se espera que baje el caudal del río Iguazú, en las Cataratas se abrieron dos de los tres paseos y están ultimando los detalles para reponer los más de 90 tramos de la pasarela a la Garganta del Diablo, según informó Clarín.