Entró al Mundial por la ventaja y ahora quiere ser protagonista. México dejó atrás la pálida imagen que había dejado durante las eliminatorias y en los juegos previos a Brasil 2014 y derrotó, merecidamente, a Camerún en su debut en el torneo.
Poco le importó a los “aztecas” la incesante tormenta que cayó durante los 90’. Claro, eso no tendría porqué modificar los planes de su DT, Miguel Herrera. El “tri” mostró ráfagas de fútbol rápido, dinámico y con una variedad de recursos que invita a sus fanáticos a ilusionarse con la clasificación; en un grupo en el que, en la previa, parecían casi descartados.
Siempre fue amo y señor ante un rival que mostró demasiadas flaquezas como pasa aspirar a sortear el primer corte. Apoyado en los trabajos de Paul Aguilar, Miguel Layún y Héctor Herrera, México fue demasiado para los africanos; y si se esforzaron más de la cuenta para sacar la ventaja final, fue por la pobre tarea del asistente colombiano Humberto Clavijo, quien le anuló dos goles legítimos en el primer tiempo.
Pero Oribe Peralta se puso el traje de justiciero y a los 16’ del complemento sentenció los sueños africanos. El delantero aprovechó una tapada de Charles Itandje a Giovani Dos Santos, capturó el rebote y puso el 1-0 final que cambió los sueños de todos los mexicanos.