WASHINGTON/BAGDAD.- Estados Unidos no enviará tropas para luchar contra los islamitas sunitas en Irak, pero está preparando una “serie de nuevas opciones”, aseguró el presidente Barack Obama, mientras los yihadistas siguieron avanzando en el este del país.

Obama afirmó que cualquier acción militar emprendida por Estados Unidos debe ir acompañada de esfuerzos “serios y sinceros” por parte de Irak para poner fin a las divisiones sectarias. Aclaró que no se trata de una decisión que se tomará de la noche a la mañana y añadió que en los próximos días estudiará las opciones.

“Estados Unidos hará su parte pero entiende que depende de Irak, como nación soberana, resolver sus problemas”, dijo el presidente. “No podemos hacerlo por ellos”, añadió en referencia a las fuerzas de seguridad iraquíes, que no lograron hasta ahora detener el avance del grupo Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) sobre un sector del país.

Asimismo, dijo que el avance de los grupos extremistas era “un llamado de atención” para el gobierno en Bagdad y opinó que no habrá paz en Irak si los políticos locales siempre descansan en la ayuda estadounidense.

Desde principios de la semana, el ISIS está conquistando ciudades y avanza hacia Bagdad. Las fuerzas de seguridad iraquíes lograron recuperar Samara, a 130 kms de Bagdad, y hasta allí viajó primer ministro Nuri al Maliki, pero al norte, el ISIS siguió avanzando en dirección este y conquistó la ciudad de Yalula y la localidad de Saadiya, las dos en la provincia de Diyala. Yalula se encuentra 125 kilómetros al noreste de Bagdad.

El avance de ISIS en el este de Irak fue frenado sin embargo por tropas kurdas. Soldados “peshmerga” kurdos habían ampliado su influencia más allá de Kirkuk y avanzaron unos 50 kilómetros más al sur. Los “peshmerga” también lucharon contra el ISIS en Yalula y Saadiya. El ISIS se hizo a principios de semana con la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, y desde entonces avanza en dirección a Bagdad. Ya en enero los yihadistas se hicieron con el control de Faluya, en el oeste.

En Bagdad, las fuerzas de seguridad y los ciudadanos se preparan para los ataques. Testigos hablaron de enormes medidas de seguridad, patrullas y puestos de control de la policía y el Ejército en las calles. En las tiendas la gente hace fila para comprar provisiones y medicamentos.

En tanto, el influyente clérigo chiita Ali al Sistani llamó a los iraquíes a tomar las armas para frenar los avances de los sunitas del ISIS. “Los ciudadanos que puedan llevar armas y luchar contra los terroristas en defensa de su pueblo y su país son requeridos como voluntarios a unirse a las fuerzas de seguridad”, pidió el portavoz de Al Sistani, Abdel-Mahdi al Karbalani, durante el sermón del viernes en Kerbala, en el sur del país.

Según la ONU, cientos de civiles murieron en los últimos días en Irak durante el avance del ISIS. La agencia de la ONU para los refugiados informó de que el número de desplazados por el conflicto dentro de Irak pasó de 500.000 a 800.000 en los últimos días. (DPA)