Desde hace 19 años, las iglesias cristianas de Tucumán dejan de lado sus diferencias para orar por la paz del mundo y la unidad espiritual de los hombres de buena voluntad. Por ello convocan a toda la comunidad tucumana a participar de la celebración ecuménica que se realiza sólo una vez al año en todo el mundo. El encuentro tendrá lugar esta noche, a las 21, en la sede del Ejército de Salvación, avenida Salta 636.
“El sentido de este año es comprender que cada comunidad cristiana tiene un don para aportar a la sociedad. Y que la manera de celebrar la fe de una comunidad no debe ser vista como una amenaza para la otra, sino como parte de la diversidad, que nos enriquece a todos. El don de uno es un don para todos”, reflexiona el padre Leonardo Valoy, delegado para el Ecumenismo del Arzobispado de Tucumán.
Junto al sacerdote católico convocan a la celebración ecuménica el padre Juan Manuel Alurralde, de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa; el pastor Hugo Torredeflo, de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina; el diácono Luis Ariel Galván, de la Iglesia Evangélica Luterana Argentina; el profesor Roberto García, de la Iglesia Anglicana, y los pastores capitanes Omar Nahuelfil y Valeria Vargas Nahuelfil, de la Iglesia Cristiana Evangélica Ejército de Salvación.
“Esta celebración ecuménica se realiza de manera ininterrumpida desde 1995 pero en Tucumán hubo encuentros pidiendo por la unidad de los cristianos ya desde mucho antes, después del Concilio Vaticano II. En el Hemisferio sur este encuentro se organiza en la semana siguiente a Pentecostés. Cada año, el Consejo Mundial de Iglesias y el Consejo Pontificio de Iglesias para la Unidad de los Cristianos propone una guía de reflexión. Este año les tocó organizar a las iglesias cristianas de Canadá”, explica el padre Alurralde.
Además de la celebración de esta noche, mañana, a las 16.30, se realizará un encuentro ecuménico juvenil en el colegio Sagrado Corazón, organizado por los jóvenes.
Lo que los une
“No buscamos la unificación de las iglesias, sino la unidad en la diversidad, en un gesto de respeto hacia todas las comunidades cristianas, reconocer que hay otras maneras de acceder a la fe”, aclara el pastor Torredeflo. “Buscamos ser buenos testigos de la fe y buenos sembradores de la Palabra”, remarca Galván. “También buscamos transmitir un gesto de humildad, como nos enseñó Jesús”, aporta García. “Y como servidores debemos trabajar para la unidad, desde el lugar en la sociedad que nos toca estar”, agregan los pastores Nahuelfil. Y recuerdan que esa humildad también significa “reconocer que necesitamos de Dios para salir adelante en la vida”.