Un día después de asegurar que ya estaba casi 100% recuperado de sus problemas en la pierna izquierda, Cristiano Ronaldo no pudo terminar la práctica de Portugal y encendió la alarma. El delantero del Real Madrid se retiró con la rodilla visiblemente inflamada e incluso pareció que se le escaparon algunas lágrimas mientras se retiraba, con hielo y vendado, destaca Ole.com.ar.

A la espera de que los médicos den un parte, su presencia en el debut portugués del lunes contra Alemania está más en duda que nunca. Sin embargo, su compañero de la selección Joao Moutinho le bajó el tono al tema: “Desde que volvió a entrenar con nosotros lo vi muy bien. El hielo es por precaución, como lo hacen otros jugadores. No es para preocuparse”.

Ronaldo había tenido una práctica de lo más activa. Portugal entrenó a puertas abiertas para los hinchas y, como le había pasado al argentino Lionel Messi ayer, una fanática vulneró la seguridad para acercarse a él. Corrió pero fue detenida a sólo 15 metros del delantero por tres hombres. Cristiano tuvo un buen gesto con ella: pidió que la dejen pasar, le abrazó y le dio un beso.

Las lesiones fueron el fantasma de los días previos al Mundial e, incluso cuando la bola ya empezó a correr, Brasil sigue en riesgo de perder a una de sus más grandes figuras.