“Cuando apenas salieron los planes sociales disminuyó el número de entregas o declaración de estado de abandono que hacen viable la adopción. Hoy ya no basta que la madre tenga una ayuda social para que el niño quede retenido dentro de su hogar. Hay otras falencias, otros disparadores, como la droga, la violencia doméstica familiar y de género y la falta de educación”, observa la vocal de la Cámara de Familia, Graciela Valls de Romano Norri, que fue directora durante 12 años del Registro Único de Postulantes a la Guarda con fines de Adopción, y a cargo momentáneamente de la presidencia, cuya titular es la doctora Ester Valderrábano de Casas, en uso de licencia.
“La situación se ha complejizado, muchos de los niños sin cuidados parentales quedaron con secuelas graves por desnutrición o por haber nacido de madre drogadicta porque no tuvo controles durante el embarazo. Tenemos muchos niños con retraso madurativo”, se lamenta.
La magistrada recalca que hubo un cambio de paradigma en el tema de adopción: “esta debe ser la última solución para el niño. Primero se intenta priorizar la familia de sangre, aunque no siempre sea la directa (papá y mamá) sino que también puede ser la familia ampliada (tíos, primos, etcétera) para que el chico quede en la familia de origen. Pero en ese intento de encontrar quien pueda hacerse cargo de ese niño el tiempo va pasando porque también hay que resolver situaciones de orden social. La mirada del juez siempre está puesta en el interés superior del niño”, define.
Otra de las problemáticas que complejizan la situación es la aparición de grupos hermanos. Nos encontramos con tres, cuatro, cinco hermanitos en la misma situación de desamparo. Es un gran desafío porque no siempre el postulante puede hacerse cargo de todos y la tendencia es no separarlos”, dice.
La situación más fácil se presenta cuando la madre hace una renuncia espontánea del bebé. Pero en la mayoría de las veces el tema es más complejo. “A veces sucede que esa madre nunca viene al proceso y cuando se hace la historia de ella se descubre que no es el primer caso de niño abandonado, sino que hay otros hermanos en igual situación. Estamos frente a una madre abandónica”, concluye.
Quiero ser padre
1 Dónde ir
- En la Cámara Civil en Familia y Sucesiones en el primer piso de los Tribunales de Tucumán, frente de la plaza Irigoyen funciona el Registro Único de Postulantes. El trámite no admite abogados. Es personal y se verifica con la presentación del documento de identidad de los padres aspirantes. En esa oficina se le hará entrega de un formulario de inscripción y una cartilla con toda la documentación que deberá conformar la carpeta que finalmente deberá ser aprobada por dicha Cámara.
2 Los requisitos
- Se necesita Certificado de buena conducta del o los aspirantes.- Estudios médicos sobre esterilidad del cónyuge o de ambos.
- Certificado de trabajo
- Constancia del domicilio de los postulantes. Esta certificación tiene que solicitarse en el Juzgado Federal de Tucumán de calle Congreso y Las Piedras.
- Constancia de domicilio actual, se acredita con el correspondiente cambio de domicilio en el Documento Nacional de Identidad de ambos aspirantes.
3 La aprobación
- Cuando la carpeta ha sido completada con la documentación requerida, la Cámara deberá aprobarla y entregará al aspirante inscripto un número de expediente y a partir de allí queda inscripto en el Registro Único de Postulantes.
- El Juzgado llamará telefónicamente o por el medio más rápido al aspirante para notificarlo de que hay un niño o niña.
4 La Guarda
- Una vez que el niño es entregado a su familia adoptiva, se inicia la guarda legal con fines de adopción, que no será menor a seis meses ni mayor a un año. Durante ese período, una trabajadora social realizará tres visitas al domicilio para ver la adaptación del niño. Cumplido este paso, se inicia el juicio de adopción.