Desde las 8, miembros de la Asociación Bancaria (AB), filial Tucumán, marcharon por las calles del centro, mientras un grupo se apostó frente a las puertas de la casa central de la Caja Popular de Ahorros (CPA), a dos días de la represión policial que provocó una veintena de heridos. Por la manifestación, no se pudo circular por la calle San Martín en la intersección con 25 de Mayo, Muñecas y Maipú.
La medida de fuerza se realizó en consonancia con una decisión de la conducción nacional de realizar hoy un paro en todo el país en las dos últimas horas de atención al público, en respuesta a la represión. En el caso de Tucumán, el cese de la actividad se realizó desde las 8 y durante toda la jornada, por lo que no hubo atención al público. Sólo atendió la Caja Popular, en donde una asamblea de empleados decidió ayer abrir las puertas. Allí, hubo un importante dispositivo de seguridad policial.
Por este conflicto, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, recibieron ayer al secretario nacional de la AB, Sergio Palazzo. Según el dirigente, Capitanich se habría comprometido a "hallar una solución". Los cruces entre el Gobierno y la AB se habían desencadenado en 2012, cuando el PE tomó $ 172 millones de los fondos de garantía de la Caja Popular, a cambio de Letras del Tesoro.
La situación entre ambas partes se tensó en marzo de 2013 e incluyó desmanes, forcejeos, golpes y escupitajos en pleno centro. Comenzó cuando dirigentes de La Bancaria que repartían folletos en contra del interventor de la Caja Popular, Armando Cortalezzi, y en contra de LA GACETA, fueron agredidos en San Martín y 25 de Mayo por una veintena de hombres que, según denunciaron, salieron de la Casa de Gobierno.
En un comunicado de la mesa nacional de la AB se sostiene: "De no mediar un camino para la solución y la reparación de este grave atentado para la democracia, se decidirá la profundización de las medidas de fuerza para la semana próxima".