“El inspector de obra me informa que no se puede trabajar por la actitud de los vecinos que cortaron el tránsito y quemaron cubiertas”. El ingeniero Dante Luis Divizia, secretario de obras de DPV, no puede ocultar su malhumor: “¡estamos perdiendo días preciosos de trabajo, entre la lluvia y la gente que no nos deja trabajar!” Ni tampoco su preocupación: “todas las obras tienen que estar terminadas en julio. La ampliación de las obras en estos barrios, que nos dieron con inamovilidad de plazo, se nos vence a los 50 días. Y después ... que los vecinos vayan a quejarse a Buenos Aires. Si nos dicen ‘se excedieron en los plazos’ ¿qué puede pasar? ¡Se suspende la obra!”, dijo molesto.

Los trabajos de ayer consistían en colocar una protección al caño principal de un gasoducto, a la entrada del barrio UTA.

En cuanto a los fondos de la obra, dijo que están asegurados, pero si no se cumplen los plazos no sabe qué puede suceder.