RÍO DE JANEIRO.- Por segunda vez en menos de una semana, la ciudad brasileña de Río de Janeiro volvió ayer a vivir una jornada de caos, a raíz de una huelga de choferes de autobús en demanda de aumento salarial. El paro de 48 horas forma parte de una serie de huelgas programadas por distintas categorías en las semanas previas al inicio del Mundial de fútbol de Brasil 2014, que se jugará del 12 de junio al 13 de julio.
En el caso de Río, que recibirá siete partidos del Mundial de fútbol de Brasil 2014, entre ellos la final, los choferes de autobús que demandan un aumento salarial del 40% -cuatro veces más que el ofertado por las empresas- prometen paralizaciones semanales hasta la Copa. La “serie” de huelgas se inició el jueves, con una paralización de 24 horas durante la cual casi 500 autobuses fueron destruidos.
En el movimiento iniciado este martes, la asociación de propietarios de las empresas de autobuses estima que al menos 54 vehículos fueron atacados. Según las autoridades, cinco huelguistas han sido detenidos. La cercanía del Mundial motiva a otros a presionar por subas salariales, como los agentes de la Policía Federal, quienes amenazan con iniciar un paro. (DPA)