Los párpados le pesan. Intenta mantenerse atenta. Le cuesta. La mañana está fresca y no ha parado de llover. Angélica Bottone se abrigó con una larga campera de lana y salió, una vez más, en busca de lo que más necesita por estos días: el Documento Nacional de Identidad. Es la tercera vez en el mes que ella toma el colectivo desde Alto Verde, recorre unos 20 kilómetros hasta Concepción, hace un trasbordo a un ómnibus urbano y llega al Registro Civil, en el barrio San Andrés de la “Perla del Sur”.

A sus 68 años hacer cualquier trámite se vuelve complicado. “Disculpe señora, va a tener que sacar un turno en algún ciber o quiosco. Le van a cobrar unos pesos. Es la única opción. Nosotros no damos turnos. Fíjese en los negocios del frente”, le dice uno de los empleados de la repartición. Angélica sale, con el último aliento, y cruza la calle inundada de agua. Al cabo de dos minutos, vuelve. Tiene los pies mojados. “Ya no hay más turnos. Sólo me pueden dar para Tafí Viejo. Pero no puedo viajar hasta allá”, dice, con la voz quebrada y abatida. Y se va.

Elba no se quiere callar
El agua y el viento se cuelan por entre las rejas del edificio del Registro Civil, ubicado en Manuela Pedraza 747. Impactan justo en una especie de sala de espera en la que más de centenar de personas aguardan su turno a media mañana. Son pocos los que pueden conseguir uno de los incómodos bancos de cemento sin respaldo que hay en el sector. La mayoría de los que están allí, en realidad, confían en poder conseguir una copia de su certificado de acta de nacimiento, papel que necesitan para para renovar su DNI.

Los rostros deprimidos lo dicen todo. De repente, Elba levanta la voz. Ya no puede contener su enojo: “hace siete meses intento sacar el documento de mi hijo. Entro todas los días y noches a internet para obtener un turno. Me quedo despierta hasta la madrugada y nada. Siempre están agotados. ¿Cómo puede ser?

Un empleado del registro le pide que se tranquilice. “Necesito que me den un turno”, insiste ella, vecina de Concepción. Desde las 7.30 que está parada en la repartición, esperando que la atiendan.

- No podemos dale un turno. En esta delegación sólo se consiguen por internet, le dice el empleado.

- Pero le digo que no hay forma de conseguirlo. Para los particulares es imposible desde nuestras casas entrar a la página del registro y lograr un turno. La gente que lo consiguió es porque fue a pagar a un ciber. Eso no debería ocurrir. Esto es un negociado de particulares, ¿o qué es?, pregunta Elba.

- Es cierto, usted no debería pagar. Pero lamentablemente no tiene más opción, contesta otra de las tres empleadas que tiene el Centro de Documentación Rápida de Concepción.

Las constantes quejas obligaron a las autoridades a extender el horario de atención en esta repartición. Desde este mes, está abierto desde las 8 hasta las 17. En forma on line dan unos 100 turnos por día. Igualmente, según los vecinos, conseguir un puesto para renovar el DNI sigue siendo una tarea ardua e ingrata en la mayoría de los casos.

Necesidades
Para Renzo (el hijo de Elba, un deportista que recorre varios países compitiendo en triatlones), el DNI es esencial. Como para todas las personas que en esta fresca mañana de mayo intentan conseguirlo en las oficinas de Concepción. No sólo llegan vecinos de “La Perla del Sur”. También acuden desde todas las localidades cercanas. Necesitan el documento para abrir una cuenta bancaria, para pagar con tarjeta de débito, para viajar o para acceder a un Plan Trabajar.

Desde el momento que les avisan que deben obtener un turno por internet comienza la odisea. Así empiezan a deambular de quiosco en quiosco. Al primero que van, frente al Registro Civil, rara vez tienen suerte.

“Le cuento: tenemos seis máquinas conectadas en forma permanente a la página del Registro (www.regciviltucuman.gob.ar/nuevo/) y ya están todos los turnos cubiertos hasta fin de año. Si usted quiere, le puedo conseguir en las oficinas de Tafí Viejo o de Yerba Buena. No se qué pasa con Concepción. El registro da para esta ciudad unos 350 turnos por mes. Nosotros solemos conseguir cuatro. Lo que pasa es que muchísimos negocios se dedican a esto”, explica el hombre. Y no accede a dar prioridad a un señor que ofrece más dinero. “Atendemos por orden de llegada. Tenemos largas listas de espera”, aclara.

Por el trámite cobra $ 20. Otros quioscos piden $ 35 y están los que ya fueron denunciados por las autoridades, ya que “abusaban” en el cobro de la gestión (pedían $ 50 y les daban prioridad a los que desembolsaban $ 100 o más). Sin embargo, según los vecinos, la gran mayoría sigue funcionando sin problemas en el centro de Concepción.

Bendito certificado
Sólo los que ya han conseguido su turno pueden asegurar que renovar el DNI es un “trámite rápido”: en poco más de 15 minutos les toman todos sus datos, les sacan una foto y pasan por el sector de cajas para pagar. A la derecha de esta pequeña oficina donde se gestiona el documento está uno de los mayores problemas del Registro Civil: detrás de un largo mostrador una empleada va y viene sin descanso para entregar las 90 actas de nacimiento que por día se entregan allí.

El primer paso es conseguir uno de los 90 números que empiezan a repartirse a las 8 de la mañana. Las primeras personas habitualmente llegan poco antes de las 6 pasa asegurarse un papelito.

“Venga antes de las 7 si quiere tener un número”, advierte Adolfo Suárez. Ha pasado dos horas en la retaguardia de la fila evitando que no haya colados. Es el tercer día que va a buscar su certificado y al fin tuvo suerte. A las 12.15, tras cinco horas exactas de cola, tiene el papel en la mano. Pero no grita hurra: “no tengo nada que festejar. He perdido tres días de trabajo. Son tres días de paga que nadie me lo reconocerá, ¿o no?”.


ENTRE LIBROS

- Los recién nacidos.- Otra situación viven quienes fueron padres recientemente y necesitan sacarle el documento a sus bebés en el Registro Civil. “Mi hijo tiene tres meses y medio. Ya vine cuatro veces para hacerle el nuevo DNI y aún no tuve respuesta. Para los recién nacidos sólo dan seis números por día, los martes, miércoles y jueves. Abren las puertas a las 7.30 y a las 8 ya se acabaron los números. El problema es que no sé cuánto tiempo más la obra social me aguantará que el bebé no tenga documento. El médico ya me preguntó varias veces. No sé qué voy a hacer. Vine cuatro veces y no tuve suerte”, señaló María Emilia, vecina del barrio San Andrés.

- Falta de mantenimiento.- Otra queja de los vecinos de Concepción tiene que ver con el el deterioro que el edificio del Registro Civil, ubicado en el barrio San Andrés. Es una construcción de más 40 años que no recibe el mantenimiento adecuado y la informatización sólo existe en la pequeña oficina de “DNI rápido”, dijeron. En el área donde se entregan las actas de nacimiento y otros papeles, por ejemplo, no hay computadoras. Muebles viejos y arruinados guardan decenas de libros en los que se inscriben los nacimientos, la filiación, el nombre y apellido de las personas, los fallecimientos, los matrimonios, etcétera. El edificio, que ni siquiera resguarda del frío y el calor a los vecinos del sur, ya no da abasto: cuando fue habilitado debía prestar servicios a una población de 30.000 habitantes. Ahora tiene a su cargo los trámites civiles de más de 100.000 pobladores e incluye a varias localidades cercanas a Concepción.

- Una demanda muy grande.-
Los empleados de la oficina de documentación rápida que tiene el Registro Civil en Concepción dijeron que la página web para sacar turnos funciona bien. “Lo que sucede es que la demanda es muy grande y hay muchos quioscos conectados en forma permanente. De todas formas, todos los días recibimos gente y familias enteras que vienen a renovar su DNI y que pudieron sacar su turno en forma particular sin ningún problema”, señaló una empleada que prefirió no identificarse. La experiencia de internet, a nivel nacional, ha demostrado que alivia muchísimo los problemas que genera hacer la cola.