VIENA.- Conchita Wurst, la cantante austríaca ganadora del Festival de Eurovisión, dedicó su triunfo a quienes creen "en un futuro sin discriminación" y advirtió de que es también un mensaje a algunos políticos, como el presidente ruso Vladimir Putin, por las leyes recientes aprobadas por Rusia contra la comunidad homosexual.
"Lo de ayer no fue solo un triunfo solo para mí sino para la gente que cree en un futuro que funciona sin discriminación y basado en la tolerancia y el respeto", dijo Wurst a preguntas de la agencia EFE en una concurrida rueda de prensa tras su regreso a Viena.
Conchita Wurst conquistó Eurovisión con una buena voz, un tema pegadizo y una estética provocadora: una llamativa barba que contrasta con su cuidado maquillaje y sus ajustados vestidos de noche.
La artista, "alter ego" del cantante Tom Neuwirth, fue recibida en el aeropuerto de Viena por varios miles de seguidores que no cesaban de corear el "Rise like a Phoenix", la canción con la que conquistó el segundo triunfo de Austria en Eurovisión, tras el logrado en 1966.
En junio de 2013, Putin firmó la ley que castiga la propaganda homosexual en Rusia. Los promotores del texto sobre los gays (que finalmente fue aprobado con 434 votos a favor, ninguno en contra y una abstención) creen que la heterosexualidad está amenazada por culpa de una propaganda homosexual que "persigue la formación entre los menores de edad de cánones sexuales no tradicionales", asegura Yelena Mizúlina, jefa del comité parlamentario de Familia, Mujeres e Infancia y diputada del partido socialdemócrata Rusia Justa.
La normativa establece que si el infractor tiene un cargo público reciba una multa de 40.000 a 50.000 rublos (entre 1.000 y 1.250 euros). Si se trata de una persona jurídica la sanción puede ir de 800.000 al millón de rublos (de 19.000 a 23.500 euros). El castigo se recrudecerá si para tal propaganda se usan medios de comunicación