KIEV.- Dos de las regiones del este de Ucrania comenzaron a votar en un referendo de autonomía, una decisión que profundiza la crisis de separatismo en ese país, mientras el presidente interino, Aleksander Turchinov, advirtió sobre el peligro de destruir las economías regionales.
Turchinov aseveró que los pro rusos de Donetsk y Lugansk no entienden que la separación puede significar “una completa destrucción de la economía, los programas sociales y la vida en general para la mayoría de la población”. Los secesionistas se aprestan a decidir la formación de “repúblicas populares soberanas” en regiones, donde los insurgentes mantienen enfrentamientos con el ejército ucranianas y desde hace varias semanas ocupan edificios públicos. La votación, organizada sobre una base básicamente ad hoc y sin un claro control de la autenticidad de las papeletas o las listas de votantes, podría determinar si el Gobierno de Kiev, apoyado por Occidente, y las regiones prorrusas del oriente llegan a un compromiso, o si Ucrania se sume en la guerra civil.
La violencia ha crecido junto a una retórica cada vez más amarga en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde se votará.
“Es un problema complejo, cuando una población engañada por con la propaganda rusa apoya a terroristas”, dijo Turchinov.
El portavoz de la comisión electoral de la república popular de Donetsk, Román Liaguin, aseguró que los 2.000 centros electorales son custodiados por las milicias pro rusas y agentes del servicio público locales.
“Oponemos el referendo a la guerra”, proclamó Liaguin quien precisó que en cada uno de los lugares de votación hay cuatro o cinco grupos móviles dispuestos a intervenir para prevenir cualquier desorden que impidan la celebración del plebiscito. Informó que unos 1.500 centros electorales ya están listos, aunque en algunos no habían llegado las urnas ni las boletas. Liaguin estimó que un 70% de los habitantes acudirá a las urnas y que las listas de electores para este referendo fueron elaboradas en base a anteriores padrones..
Los centros de votación estarán abierto entre las 8 (02 de Argentina) y las 22 (16), pero en ciudades como Slaviansk, Kramatorsk y Mariupol, donde en los últimos días hubo fuerte combates, cerrarán antes. Las elecciones presidenciales previstas por las autoridades interinas de Kiev para el 25 de mayo no serían celebradas en el sureste del país.
Los referendos de hoy son similares a la consulta realizada en marzo en Crimea, donde el 96% de los votantes decidió separarse de Ucrania y anexarse a Rusia.
Sin embargo, las regiones que votan seguirían siendo parte de Ucrania, pero con un poder regional más amplio, según definieron los propios rebeldes. Los separatistas dicen que se defienden del Gobierno ucraniano al que califican de “fascista” y antirruso. Ucrania, respaldada por Estados Unidos y la Unión Europea, acusa a Rusia de desestabilizarla, acusación que Moscú niega. Una secesión de Donetsk y Luhansk -el cinturón de carbón y acero que representa el 16 % de la producción económica del país- serían otro golpe a Kiev. Rusia anexó la región ucraniana de Crimea en marzo, poco después de que el presidente ucraniano prorruso Viktor Yanukovich fuera derrocado por manifestaciones.
En Slaviansk, el reducto separatista más fuertemente defendido, las calles tenían barricadas de neumáticos y muebles. En Mariupol, entre siete y 20 personas murieron el viernes cuando fuerzas ucranianas se enfrentaron a rebeldes, por el control del cuartel policial. (Télam-Reuters)