SEBASTOPOL.- El presidente ruso, Vladimir Putin, viajó a Crimea, donde conmemoró la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial sobre el nazismo y proclamó el éxito de la anexión de la península de Ucrania, que Rusia dice ha sido tomada por fascistas. En el Este de Ucrania, donde rebeldes prorrusos planean realizar un referéndum mañana para seguir a Crimea en sus pasos de separarse de Kiev, hubo reportes de varios muertos en el puerto de Mariupol, uno de los enfrentamientos más sangrientos hasta el momento entre las fuerzas ucranianas y separatistas.

El Gobierno en Kiev calificó la visita de Putin, su primera desde la anexión de la región hace dos meses, como una “provocación” que buscaba escalar la crisis deliberadamente.

Mientras observaba un desfile militar en Sebastopol, sobre el Mar Negro, Putin exclamó: “Estoy seguro que 2014 quedará en los anales de nuestro país como el año en que las naciones que viven aquí decidieron firmemente estar unidos a Rusia, afirmando su fidelidad a la verdad histórica y la memoria de nuestros ancestros. Queda mucho trabajo por delante, pero superaremos todas las dificultades porque estamos juntos, lo que significa que nos hemos vuelto más fuertes”, agregó. 

En medio de las críticas de Occidente, el mandatario asistió desde un barco anclado en la bahía de Sebastopol a un desfile de diez buques de guerra, así como 70 aviones de combate y helicópteros en el 69 aniversario de la victoria. La TV estatal rusa transmitió en vivo los festejos en la ciudad portuaria. 

Putin dijo que con la anexión de Crimea a Rusia se había recompuesto “una verdad histórica”. Su visita fue evaluada por analistas como una demostración de poder frente al gobierno en Kiev y Occidente ante el grave conflicto que vive Ucrania por la multiplicación de los movimientos separatistas prorrusos. Más temprano, había presidido el mayor desfile por el Día de la Victoria en Moscú en años. Los tanques, aviones y misiles balísticos intercontinentales que desfilaron fueron un recordatorio al mundo -y a los votantes rusos- de la determinación de Putin por revivir el poderío global de Rusia, 23 años después del colapso soviético. “La voluntad de hierro del pueblo soviético, su valor y fortaleza salvó a Europa de la esclavitud”, enfatizó en un discurso al Ejército y los veteranos de guerra en la Plaza Roja.

El primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, en el cargo desde el levantamiento que destituyó al presidente respaldado por el Kremlin en febrero, rechaza el mensaje del jefe del Kremlin de que su poder es resultado de un golpe de estado apoyado por nacionalistas ucranianos neonazis. Ucrania rechaza la anexión de Crimea por parte de Rusia, como todo Occidente.  “Sesenta y nueve años atrás, nosotros junto a Rusia luchamos contra el fascismo y ganamos”, enfatizó en un servicio religioso por el Día de la Victoria. Ahora, agregó, “la historia se está repitiendo pero de una forma diferente”. (Reuters-DPA)

Una visita “provocativa e innecesaria”

El Gobierno de Estados Unidos se refirió a la visita de Putin como “provocativa e innecesaria”. “Crimea forma parte de Ucrania, y no reconocemos los pasos ilegales e ilegítimos emprendidos por Rusia a ese respecto”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, la calificó de “inoportuna” la asistencia de Putin a los festejos que se realizan en Crimea. Rasmussen subrayó desde Tallin, la capital de Estonia, que Crimea sigue siendo territorio ucraniano según el derecho internacional y que la visita de Putin se produjo sin la invitación del gobierno en Kiev.