BERLÍN.- Ucrania corre el riesgo de sumirse en una guerra abierta de forma inminente si la comunidad internacional no encuentra pronto una solución al conflicto, advirtió el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier.

“Las sangrientas imágenes de Odessa nos han mostrado que estamos a pocos pasos de un enfrentamiento militar abierto en Ucrania”, explicó. El político socialdemócrata (SPD) animó a buscar de inmediato “los instrumentos que eviten la guerra civil” en Ucrania y apostó por “una solución equilibrada entre presión política y ofertas diplomáticas”. En la entrevista con el diario español “El País”, el francés “Le Monde”, el italiano “La repubblica” y el polaco “Gazeta Wyborcza”, Steinmeier defendió la celebración de una segunda conferencia de Ginebra que reúna a Estados Unidos, Ucrania, Rusia y la Unión Europea (UE) antes de las elecciones que Ucrania celebrará el 25 de mayo.

El primer encuentro en Ginebra, celebrado a mediados de abril, “sirvió para establecer una base política que tratara de desactivar el conflicto. Pero los pasos para llegar a esa meta ni se describieron ni se pusieron en marcha”, analizó. “Y por eso necesitamos una segunda reunión los cuatro”. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, exigió que los grupos ucranianos opositores al gobierno de Kiev participen en la proyectada nueva ronda de conversaciones de Ginebra sobre la crisis en Ucrania.

“A no ser que el sur y el este (de Ucrania) participen, no vamos a avanzar en la aplicación de ninguno de los acuerdos”, insistió.

La canciller Angela Merkel aludió al conflicto en Ucrania para pedir unidad a los 28 socios de la UE, divididos por la posibilidad de endurecer las sanciones a Rusia. Las sanciones “no son un fin en sí mismas”, señaló Merkel, pero Europa debe estar dispuesta a endurecerlas “en casa de emergencia”. La situación en Ucrania “se vuelve más difícil cada día”, añadió.

El Gobierno de Ucrania mantiene su ofensiva militar sobre las regiones ocupadas por milicianos prorrusos. El ministro de Interior, Arsen Avakov, informó que más de 30 prorrusos y cuatro militares ucranianos murieron en los combates en las afueras de Slaviansk, bastión de los separatistas en la región minera de Donetsk, en el este del país. Precisó que entre los milicianos muertos “hay muchos crimeos, algunos rusos y también chechenos” (un dato central, ya que éstos tienen un profundo enfrentamiento con Moscú en su reivindicación independentista). Según dijo, las milicias prorrusas están integradas por un millar de efectivos, entre los que figurarían veteranos de guerra y militares que sirvieron en los Ejércitos soviético, ruso y ucraniano.

El avance militar destinado a recuperar regiones tomadas por los separatistas tiene como objetivo la ciudad de Donetsk, en donde los grupos prorrusos mantienen la ocupación de edificios públicos y barrios. El ejército ucraniano cerró el espacio aéreo de la zona, para evitar la llegada de refuerzos para los secesionistas. En Odessa, activistas aliados a Moscú prometieron vengarse del incendio y ataque al edificio sindical donde murieron más de 40 personas. (DPA-Télam)