La supremacía mostrada por el equipo Citroën en las primeras dos fechas del año del Mundial de Turismo llevó a la dirigencia a hacer uso de un apéndice reglamentario: desde Hungría todos los coches, a excepción de los tres C-Elysée claro, descargaron los 60 kilos extras que se aplican antes del inicio del torneo. Dicha determinación, odiosa pero aceptada, se llevó a cabo en pos de cortar el dominio de los autos franceses que arrasaron en las primeras cuatro carreras.
Sin embargo, el poderío de la casa del doble chevrón también se apreció en esta ocasión. En la clasificación volvieron a copar los primeros tres lugares con Yvan Muller, José María López y Sébastien Loeb. Los dos primeros extendieron la buena racha en la primera de las dos competencias de ayer en la que el cuatro veces campeón obtuvo su segunda victoria de 2014. “Fue muy positivo haber hecho una buena diferencia de puntos con el resto antes de la quita de los 60 kilos al resto de los autos”, afirmó “Pechito”.
Es que en la segunda prueba, en la que el mejor Citroën, Loeb, largó octavo, los C-Elysée tuvieron su peor actuación en el año. Nuevamente Muller fue el más destacado: fue 5° por delante del argentino, tras haber partido 10° y 9° respectivamente y tener un leve toque en la largada entre ambos. La competencia la ganó ex F-1, Gianni Morbidelli (Chevrolet Cruze), que festejó por primera vez en la categoría.
López, tras ganar dos de las seis carreras de este año sigue al frente del torneo con diez puntos de ventaja sobre Muller.