MÉXICO.- Roberto Gómez Bolaños, "Chespirito", el creador e intérprete de "El chavo del ocho" y otros personajes, se encuentra grave y sin esperanzas de recuperación.
"El señor Roberto Gómez Bolaños se encuentra grave pero estable, así lo reportan los doctores, quienes le informaron a la familia que ya no existe esperanza alguna de recuperación, por lo que todos temen lo peor y se preparan para ello", citó la el diario Basta!, de México.
Por tal motivo, la prensa mundial recurrió a fuentes en México para corroborar la información, pero el hermetismo con el que maneja el tema en el entorno de Gómez Bolaños impidió confirmar las afirmaciones. El hijo de "Chespirito", Roberto Gómez Fernández, refirió hace varios días que su padre tiene problemas para trasladarse por sus propios medios, pero negó que su situación sea crítica.
Sin embargo, poco después de las declaraciones de su primogénito, su salud se habría resquebrajado. A estas horas, el también actor, guionista y director, de 85 años, estaría en su residencia de Cancún bajo constante supervisión de sus médicos particulares.
Su vida
El comediante, conocido por su programa de televisión Chespirito —salió al aire en la década de 1970—, heredó su talento y creatividad de su padre, Francisco Gómez, quien era dibujante, retratista y, ocasionalmente, actor de teatro.
Su madre, Elsa Bolaños Cacho, pintaba y escribía, pero dejó su faceta artística para dedicarse a sus tres hijos, después de que su esposo falleciera, cuando Chespirito tenía 6 años. En su juventud, Gómez Bolaños se dejó llevar por sus habilidades para el dibujo y la matemática, y escogió Ingeniería; sin embargo, no terminó sus estudios y consiguió un trabajo a los 22 años en una agencia de publicidad.
Este empleo significaría su lanzamiento al estrellato. En 1960 pasó a formar parte de los guionistas oficiales del exitoso programa radial Cómicos y canciones, con Viruta y Capulina.
Según la biografía de Gómez, investigada por Biography Channel, debido a la astucia que demostraba para escribir, el director mexicano Agustín P. Delgado lo comparó con el inglés William Shakespeare y lo bautizó como Chespirito (Shakespeare, pero chiquitito).