Pasar de un 0-2 contra un modesto Huracán a un 0-0 con un casi ascendido Banfield es un paso adelante, sin dudas. Atlético avanzó casilleros en la renovación de su imagen, pero en la tabla de posiciones no sucedió lo mismo.

Un empate, por más que haya merecido ser triunfo, no le permite continuar a cinco unidades de Instituto y la meta del ascenso comienza a ser más virtual que real. “Se hace cuesta arriba porque ya quedamos a siete puntos”, admitió Héctor Rivoira tras el partido, luego de manifestarse contento por el nivel de juego que mostró el equipo.

Si hablamos en el idioma del ascenso, Atlético quedó a siete puntos de Instituto, que ganó, no pudo acercarse más a Crucero, que perdió, y también cedió terreno con Unión, otro que sumó de a tres. Además fue superado por Huracán, al que llegó a llevarle más de una decena de unidades de diferencia. Demasiados rivales quedaron arriba del “decano”.

“Quedamos lejos del tercer puesto, es la realidad. Si bien los números nos dan, creo que el negocio nuestro de ahora en más será sumar la mayor cantidad de puntos”, explicó Franco Sbuttoni. Quizás sea el primer paso de un equipo que dejará la lucha por el bendito tercer puesto y se concentrará en otros menesteres, a menos que empiece a ganar y lo haga rápido y de forma consecutiva.

Es que no hay otra manera de volver a enganchar el vagón “decano” con la locomotora de los de arriba que no sea ganando y así lo entiende Matías Carabajal, que hasta se fue contento por cómo jugó el equipo aunque sabe de los déficits que sufrirán en la tabla. “Se acortan los tiempos y acá lo principal es ganar, ganar y ganar. Encima justo ganaron los de arriba y se nos escaparon. Necesitamos una racha de tres triunfos”, pide el volante, de buen partido ayer.

Incluso hasta en la tabla del descenso no pudo avanzar el “decano”. Un empate, para cualquier equipo en este sistema, significa la pérdida de unas décimas. En este caso no fue suficiente para que perdiera puestos abajo, pero tampoco pudo mejorar ni olvidarse de ese tema.