El cartero se va y el conductor queda mudo. En sus manos tiene un papel lleno de letras, números, signos peso y una clarísima foto con su auto. El título de la carta dice “Notificación de infracción de tránsito” y el remitente es la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Con todos los datos que se brindan en el acta difícilmente el presunto infractor se anime a discutirlo con nadie. Sabe, además, que si “juega callado” y no realiza un planteo tiene el beneficio de pagar el 50% en concepto de “pago voluntario”.
Unos 1.300 tucumanos recibieron hasta el momento las infracciones con la nueva modalidad que puso en práctica el municipio de la ciudad de Tucumán. Sin embargo, lo que está por venir es la oleada más grande de actas: en el Tribunal de Faltas calculan que en los próximos días se distribuirán entre 10.000 y 20.000 actas que aún están siendo procesadas en Buenos Aires. Esa será la “inauguración” grande del sistema que entró en vigencia, entre pruebas y ajustes, en julio del año pasado.
“Llevamos cinco meses netos de experiencia y vemos que los resultados son muy buenos. Los inspectores están cada vez más avezados y familiarizados con el sistema. Eso es fundamental para optimizar la tarea”, celebró Emmanuel López el referente del proyecto por parte de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). En virtud de un convenio con la Municipalidad, esa institución tiene a su cargo la pata operativa del procedimiento y, por lo tanto, siempre alguien de la UTN sale a la calle con los agentes de Tránsito.
El beneficio directo del nuevo sistema, evalúa Carlos Soto, director de Tránsito del municipio, es que los inspectores tienen escaso o nulo trato con los conductores para hacer cumplir la Ley de Tránsito. “Siempre ha sido una relación áspera la de los agentes y los presuntos infractores. Se dan discusiones muy fuertes que prácticamente se han eliminado con las fotomultas. Además no hay beneficios para nadie: el sistema registra todo”, afirmó el funcionario.
La tarea de los municipales durante los operativos se reduce a realizar el disparo cuando su “olfato” profesional detecta una infracción. “Es sorprendente lo afilado que tienen el ojo los agentes. Pueden calcualar las velocidades con gran precisión y los aparatos les terminan dando la razón casi siempre. Detectan el exceso de velocidad con el ruido de las cubiertas en el pavimento”, destacó López.
Además del límite de velocidad en calles y avenidas, los radares que se están utilizando marcan infracciones por mal estacionamiento y cruce de semáforos en rojo. “Es importante insistir en que los agentes de la Municipalidad marcan presuntas infracciones y toman la foto. Luego toda la información es procesada y depurada en Buenos Aires por la UTN y, si corresponde, el infractor es notificado a través del correo. Si no tiene objeciones, paga la multa a través de Rapipago o Pagofácil. Si tiene reclamos, tiene que dirigirse al Tribunal de Faltas y realizar un planteo”, explicó Soto.
Los semáforos, verdes
Hasta el momento funcionan cuatro cinemómetros móviles para detectar presuntas infracciones de tránsito: dos de ellos van a bordo de sendas motos de la Municipalidad y los otros dos en llamativo utilitario color naranja de la UTN. En estos últimos hay un equipo fijo adosado en el tablero del vehículo, destinado principalmente a las infracciones por mal estacionamiento (doble fila, zona prohibida, etcétera) más uno portátil.
Pero los controles asistidos por tecnología seguirán creciendo. Seis semáforos de la capital (las autoridades no quieren informar dónde están) ya están equipados con cinemómetros (conocidos popularmente como radares) para detectar de manera automática cruces en rojo y excesos de velocidad. Estos equipos ya fueron analizados por el INTI y la UTN está a la espera del informe correspondiente. Desde ese momento, se deberá tramitar una certificación expedida por la Secretaría de Comercio Interior, explicó López. Todos estos trámites llevan un tiempo, hasta el momento desconocido por los responsables del proyecto, por lo tanto se puede decir que los radares en los semáforos todavía están “verdes”.
DATOS
El acta de infracción debe contener los siguientes datos:
Dominio del vehículo (patente), modelo, nombre del titular. Lugar de la presunta infracción, con fecha y hora. Nombre y apellido, legajo y código ID del agente de tránsito que marcó la infracción, con su respectiva firma. También debe indicar cuál fue la infracción cometida y el monto de la multa en Unidades Fijas. La foto debe ser lo suficientemente clara como para que no queden dudas de que se trata del vehículo en cuestión. En esta acta ejemplo aportada por el Tribunal de Faltas se puede ver un zoom que permite distinguir con claridad la chapa patente del vehículo.
REQUISITOS
El modelo del radar debe estar consignado en el acta de infracción
Para que la multa sea válida, la notificación debe indicar la marca del equipo con el cual se hizo la infracción, el modelo y el número de serie. Estos datos sirven para corroborar que el dispositivo efectivamente cuenta con las homologaciones y certificaciones correspondientes. Por otro lado, si la multa que se imputa es sobre un vehículo que ha sido vendido y aún no ha impactado el cambio de titularidad, el notificado tiene la obligación de concurrir al Tribunal de Faltas (Jujuy 259) a aportar los datos del comprador. De otro modo, la multa recaerá sobre él.
Se debe recordar que las multas afectan insiden en el Sistema de Puntos aplicable a la Licencia Nacional de Conducir.