SOFIA, Bulgaria.- Dos equipos de periodistas se investigaron mutuamente sin saberlo. De un lado, los británicos del prestigioso "The Sunday Times", y del otro, el staff búlgaro de Nova TV, encabezado por Veronika Dimitrova.

Todo comenzó cuando los británicos, que intentaban investigar el tráfico de bebés, comenzaron a dejar pistas para que los interesados en vender un niño se comuniquen con un supuesto matrimonio inglés que quería comprar. La información llegó hasta Dimitrova, que no dudó en simular ser una vendedora para ponerse en contacto con ellos, y luego mostrar en TV la otra cara de esta problemática.

Luego de intercambiar correos electrónicos y llamados, coordinaron un encuentro, que se concretó en un bar búlgaro, y al que ambos asistieron con sendos actores y cámaras ocultas, para intentar dejar al descubierto a sus colegas.