No pudo ser. Andrés Romero terminó cerrando su participación en el Shell Houston Open, del PGA estadounidense, con una vuelta de 73 golpes (+1) y cedió varios lugares en la grilla general del certamen, con un total de 284 impactos (-4). Si bien “Pigu” le dijo adiós al certamen con una ronda sobre par de campo, el balance general del tucumano bien podría ser positivo.
Andrés volvió a involucrarse entre los protagonistas de un show y, a su vez, dio indicios de que tiene madera como para recuperar un lugar importante en el ranking mundial de golf y sumarse al lote de los profesionales que tiene acceso directo a jugar los torneo majors. La tarjeta del tucumano fue bastante pareja, apenas tres bogeys (4, 9 y 18) y dos birdies (1 y 12).
Respecto a quién se quedó con el cheque de poco más de 1,1 millón de dólares, ese fue el australiano Matt Jones, que venció en el primero hoyo de la muerte súbita al local Matt Kuchar.