CONSEJOS PARA EL BICENTENARIO
En vista al bicentenario de la Independencia, me parece oportuno hacerle algunas sugerencias al Poder Ejecutivo, políticamente único responsable del éxito de los festejos aunque en esa fecha el actual no estará. A la Policía provincial se debería dictarle cursos especiales con conocimiento básico del inglés, ante la avalancha de turistas nacionales e internacionales, especialmente de primer mandatarios, embajadores. Que luzcan uniformes nuevos, que las comisarías estén limpias y acondicionados a cualquier emergencia. Proteger a los turistas de los arrebatadores, estafadores, en especial de los traficantes de droga. Controlar la ruta de acceso al aeropuerto que ya numerosos lectores de LA GACETA denunciaron su total abandono y falta de iluminación. Controlar el espacio aéreo, preparar el aeropuerto para la llegada de aviones de gran porte con delegaciones de autoridades políticas de los cinco continentes; que los aviones y helicópteros de la provincia se hallen en perfectas condiciones y tengan “un lugarcito” para emergencias. La Municipalidad debería ocuparse de arreglar, podar y arbolar todas las calles de la ciudad, reparar las veredas, erradicar las lagunas de aguas cloacales y potables, así como los basurales que proliferan en todo lugar. Que los baldíos por demolición de edificios se transformen en jardines, motivar a los vecinos a embellecer sus barrios, concientizar a los comerciantes en especial, no arrojar las basuras a la calle cuando limpian sus veredas. Hacer remodelación total de El Bajo porque es la entrada a la terminal de ómnibus. Que los inspectores municipales hagan cursos especiales y luzcan uniformes nuevos.- Para los municipios del interior irían las mismas recomendaciones y sumar el arreglo de todos los caminos y rutas comprometiendo la colaboración de Vialidad, en especial el tramo Tafí del Valle hasta los límites con Salta para que las visitas de animen a conocer las famosas Ruinas de Quilmes. Una más, la última entre decenas que quisiéramos mencionar, y es para el gobernador de Tucumán, que se ponga ya a trabajar y haga cumplir la ley 7649, por la cual se creó en 2006 el Ente Provincial Bicentenario Tucumán 2016.
Ángel Salguero
salgueroricardoangel@gmail.com
LA POLÍTICA AL TEATRO
La política que desarrolla el gobierno en Tucumán, debería llevarse al teatro. Y demás está decir que la obra debería titularse “Estamos trabajando fuerte”. No sería una mala idea que la puesta se represente en la sala del ex cine Plaza, con capacidad suficiente de espectadores para que todos pudieran verla. Hoy, en Tucumán, vemos que el trabajo llamado “fuerte” no existe. Y por alguna fundada razón, Tucumán ha sido señalada como la provincia que ocupa el cuarto lugar en el ranking de la pobreza. Si en realidad el trabajo existiera para que hombres y mujeres pudieran desempeñarse, los que miden la desocupación y la marginalidad social no nos señalarían. Lo mismo sucede con la seguridad jurídica y con las empresas que prometieron radicarse en nuestra provincia y que hoy están ausentes. Los que dirigen los destinos de los tucumanos hace más de una década, gozan de todos los privilegios de la riqueza y el bienestar, que suple con ansias el deseo del hombre común o del jubilado que gana lo mínimo para poder comer y comprar sus remedios. En cambio, el poder absoluto viaja a los paraísos fiscales y hasta se da el lujo de pagar un hotel en Dubai, 5.000 dólares por noche y pasear en camello. Estos gustos, por supuesto, se los dan con el dinero que recaudan de los impuestos que paga el pueblo “bruto, analfabeto y ebrio”, como decía mi compañero periodista de LA GACETA hace 60 años. Hoy seguimos siendo como aquellos tucumanos que describía en sus recordadas “Cartas a mi Ñaña”, Fulgencio Vildoza, más allá del almacén “El Ketupí” de Taruca Pampa. Cuando despertemos de este largo sueño encontraremos la provincia ocupada por la banca internacional, que son los que fabrican los dólares, para que todos tengamos como ahora, no dólares, sino dolores de cabeza, cada vez que comprobamos que los que ganamos no nos alcanza y la inflación nos termina matando.
José Antonio Chaves
Sabin S/N, El Corte
Yerba Buena-Tucumán
CRIMEA Y MALVINAS
El sexto presidente de los EEUU, John Quincy Adams, elaboró en 1823 la Doctrina Monroe, sintetizada en la frase: “América para los americanos” (atribuida luego a James Monroe), establecía que “cualquier intervención de los estados europeos en América sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención de Estados Unidos”. En 1824 el Reino Unido reconoció la independencia argentina, con la firma de un tratado de paz y comercio, luego de la declaración de la Doctrina Monroe. Estos tratados no evitaron nuevos intentos de expansión del colonialismo británico, lo que se produjo con la invasión inglesa a las Malvinas en 1833 (tercera invasión inglesa, luego de las de 1806 y 1807). La doctrina fue concebida por sus autores como una proclamación de los Estados Unidos de su oposición al colonialismo. Hoy, los EEUU no reconocen la soberanía de Reino Unido sobre Malvinas y solo es para ellos, un “gobierno de facto”. La misma posición tienen las Naciones Unidas y gran número de organizaciones. La prensa informa que los kelpers defienden su plebiscito de 2013, para seguir bajo la administración del Reino Unido, pero cuestionan el realizado en Crimea; argumentando que la situación es diferente. Los habitantes de Malvinas se alinean con la posición de Londres, que desconoce el plebiscito de Crimea, pero avaló la consulta popular en las islas. El premier británico David Cameron insiste que el referéndum en Crimea fue “ilegal” ya que “se realizó a punta de Kalashnikov”, opinión distinta de la canciller alemana, Angela Merkel, para quien el referéndum es ilegal pues es contrario a las normas internacionales, y que la Unión Europea impondrá más sanciones a Rusia, por su decisión de anexar Crimea, a pesar de que el 97% de los consultados votó a favor de incorporarse a Rusia. Ambos referendos son ilegales, pues los pobladores consultados, en ambos casos, no son pueblos originarios. Hoy, el 60% de la población de Crimea es de etnia rusa, descendientes de soviéticos importados a Crimea, luego que Stalin, deportara a Siberia a millones de “kulaks” originarios (pequeños propietarios que componían la mayoría de la población rural de Crimea). Los consultados en Malvinas son los descendientes de británicos importados a las islas, luego de que previamente, deportaran a los pobladores argentinos en 1833. Es decir que los ingleses, hicieron en Malvinas, en el siglo XIX, exactamente lo mismo que hizo Stalin en Crimea en el siglo XX. Por la fuerza deportaron a sus respectivos pueblos originarios, argentinos y kulaks, y a continuación importaron sus respectivas etnias, rusos y británicos, a las que ahora consultan, como si fueran pueblos originarios, a los que no dieron esa posibilidad. Debemos concluir en que si lo que hizo Rusia en Crimea es ilegal, lo que hizo el Reino Unido en Malvinas, también los es por la misma razón. Si la monarquía del Reino Unido no se siente cómoda en compañía de Stalin, por haberse descubierto que utilizó su mismo método en Malvinas, habrá llegado el momento de corregirlo.
Roberto Walter Sehringer
rws27c@gmail.com
EL VIEJO COLEGIO NACIONAL
Edificio desprovisto de comodidades pero forjador de destinos y gratos recuerdos, el viejo Colegio Nacional de Tafí Viejo, en su antigua casa de Sáenz Peña y Mitre, me contó entre sus alumnas de primer año en el ciclo lectivo del 61. Buena parte de su patio, cubierta de una tupida parra; al lado, al amparo del luminoso cielo taficeño, flameaba nuestra enseña patria. Creo que los docentes tienen una luz especial que encienden otras luces en sus alumnos y en algunos, a esas luces el tiempo no las apaga jamás. Recuerdo una clase de geografía; acababa de exponer sobre un país europeo y antes de regresar al asiento Elba Postiglioni de Nieva me dijo: “ me he formado de usted el mejor de los conceptos, continúe así “. Desde mi casa, traía ya aprendida la lección de que al colegio se iba a estudiar. Qué estímulo en sus palabras. Cómo no continuar hasta fin de año, con el mismo esmero, todos los países de Europa. Y ese compromiso mío fue para toda la vida. Qué lindo sonaba el piano con Próspera A. de Soto y nuestras voces adolescentes, alegrando la mañana, pendientes del movimiento de sus manos y de lo que decía su cara. Con Florinda Quinteros aprendí la libertad de expresarme con las témperas y con Mariquita B. de Baunaly llegaron los óleos. Una vez nos llevó al Camino del Perú a un concurso de pintura; volví con un pañuelito de mano, recuerdo de una mención. A fin de año, la exposición de lo realizado en el aula. La voz de Alba Omil seducía, me gustaban sus clases, la seguía con entusiasmo en el reconocimiento de las subordinadas y reconozco que esta habilidad enriqueció mis posibilidades en la construcción del mensaje escrito. Los años y el quehacer literario nos siguieron acercando. Siempre aprendí a su lado. En los 70 regresé al establecimiento como profesora, sin imaginar que mi permanencia en sus aulas abarcaría más de tres décadas.
Ana María D’Andrea de Dingevan
dandreaanamaria@yahoo.com.ar
INSEGURIDAD
Villa Piolín, está asentada sobre avenida Padilla, y a 100 metros de la avenida Mate de Luna, frente a un complejo habitacional, a un supermercado, a un colegio privado y a 100 metros del Barrio Alperovich y de numerosas paradas de ómnibus. Todo servido para las acciones de malvivientes, que tienen su guarida en la villa. Roban, asaltan, delinquen, lastiman, amenazan todos los días a las persona que pasan por esos lugares. La inseguridad es total, debería existir una presencia policial permanente. Señor gobernador: Ud. dice: “seguimos trabajando fuerte”, hágase cargo de una vez por todas y erradique la villa. Innumerables veces se publicó en este medio que se lo haría. Esta vez, por favor, cumpla, evitará nuevas desgracias, ¿o es que necesitamos una muerte para tomar medidas? ¡Que no sea tarde! ¡Actué ahora y realmente podrá decir: “seguimos trabajando fuerte!”
Germán Torrens
germanatorrens@hotmail.com
LA CORRUPCIÓN
Según un informe de Transparencia Internacional, ya en 2011, éramos unos de los tres países con más corrupción en América Latina. El tema de la corrupción (disculpen mi insistencia sobre el particular) es tan complejo como delicado y urge abordarlo ya que nuestras vidas se ven profundamente afectadas por la omnipresencia y (de seguir así las cosas) por la omnipotencia. La extensión que alcanza por otros graves delitos como ser el narcotráfico, la trata de personas, el soborno, el peculado, el uso privado de bienes públicos, el robo, extorsiones, etcétera, exige ser comprendida en forma real, siendo conscientes de que de uno o otro modo, tarde o temprano, los daños que engendran repercuten siempre en el individuo, y hacen posible la existencia de leyes injustas, el abandono de un proyecto serio educacional y de salud , las grandes asimetrías sociales, y los graves hechos que están sucediendo. La inseguridad, el querer arreglar las cosas a nuestro modo, usando la violencia en contra de la violencia ( ojo por ojo y1 diente por diente ), ante el debilitamiento constante de las instituciones al no funcionar en concordancia con su estructura y filosofía propia al ser corroída en forma sistemática. No sólo no somos iguales ante la ley, sino que hay cada vez más diferencias entre una inerte mayoría, y una minoría de privilegiados, y que esta se acentúa cada vez más ante el despilfarro, la ostentación y desvergüenza de algunos dueños del “poder”, sus familiares y amigos. Es indudable que a muchos funcionarios les preocupa el país menos que el éxito personal convirtiéndose en estafadores de la ley.
Pablo José Giunta
pjg1940@yahoo.com.ar
ATACAR LAS CAUSAS
¿Cuándo se puede producir un linchamiento tras un asalto, un arrebato, etcétera? Indudablemente cuando se juntan varios vecinos testigos de lo ocurrido, y pueden accionar contra él o los atracadores. A no ser que se piense que existen bandas de ciudadanos agrupados en los barrios para organizar estos hechos. Que quienes conformamos esta sociedad, hartos de que nos roben, nos maten, se apropien de nuestros bienes, nos organizamos en bandas para defendernos. No estoy a favor de esta acción denominada “linchamiento”, pero no es menos cierto que la delincuencia unida a la droga, a la falta de trabajo, a la falta de educación, cada día va avanzando. La policía siempre aparece después de cometidos los hechos delictivos. Con suerte si atrapan a algunos de ellos, la Justicia les otorga la posibilidad de la puerta giratoria. O son menores de edad, situación esta que los hace inimputables. De una u otra forma en días están en la calle nuevamente. Desde el Gobierno nacional se expresa que la seguridad es una tarea de los gobiernos provinciales. Tanto los niños como las mujeres, ya no pueden transitar la vía pública, los motoarrebatadores hacen de las suyas. En Buenos Aires te matan por monedas; mueren policías en manos de delincuentes; la inseguridad está presente en toda la ciudadanía. Vivimos enrejados. Vivimos atemorizados. Los medios repudian el “linchamiento”. La Justicia hace lo mismo. Declaraciones donde se expresa que ese medio de protegerse de la inseguridad es medieval. Miles de familias, tanto de la fuerza policial como ciudadanos comunes, lloran sus muertos. Los vecinos lamentan el infortunio que representa que un delincuente viole una propiedad y se lleve todos los bienes que con tanto sacrificio se logró adquirir, cuando no se llevan una vida puesta. Es hora de que los argentinos nos unamos. Gobierno y oposición; medios de comunicación, oficialistas e independientes, todos dispuestos a investigar cómo se origina esta distorsión entre la gente denominada “de mal vivir”. ¿Será la falta de educación? ¿La falta de trabajo? ¿La drogadicción? ¿La falta del recordado servicio militar? ¿Serán los padres? ¿La inflación? ¿La comodidad? Dejemos de analizar “los linchamientos” que en definitiva no es otra cosa que una coincidencia de encontrarse varios vecinos jóvenes, corpulentos, ante la presencia de algún hecho delictivo cotidiano y que como tal, ya agotó la paciencia de los ciudadanos. Nos merecemos vivir en un país seguro. Hay que atacar las causas, no los efectos. Argentina: un país con buena gente.
Hugo Navarro
lucena@arnet.com.ar
LA FALTA DE AUTORIDAD
Hoy, que todo el mundo habla de linchamientos, no puedo dejar de relacionar la reacción de la ciudadanía, harta de la inseguridad y presa del terror, con los lamentables hechos ocurridos en diciembre del año pasado. En esos días aciagos, gente buena y trabajadora se subía a los techos con sus armas de fuego dispuesta a matar, si era necesario, a los saqueadores que, de a cientos, aparecieron de pronto entre nosotros, por la mera ausencia de la Ley personificada en la Policía. Esa ausencia de ley se ha vuelto permanente. La Policía no libera las calles cortadas por los piquetes, no reprime al transgresor cotidiano que viola normas básicas, y muchas veces la misma Policía infringe las normas, a la vista de todos nosotros. Quiera Dios que la publicación de tantos hechos lamentables inspire a nuestros gobernantes para que verifiquen que autoridad no es autoritarismo, y que la falta de autoridad es el origen de las actitudes desesperadas de quienes solo buscan defender su vida y sus bienes.
Miguel Röhmer
miguelrohmer@yahoo.com.ar
SUBSIDIO DE SALUD
Como todos los meses necesito hacer trámites relacionados a salud debo acudir a la sucursal de plazoleta mitre del subsidio. Siempre, si no es mi caso es el de centenar de beneficiarios que llegan a pagar las autorizaciones médicas, chequeras, etc., deben perder su vuelto por la falta de monedas, si bien no es culpa de la institución el faltante de cambio pregunto, ¿a dónde va el excedente de dinero? ¿Por qué no abordan las autoridades esta dificultad que molesta mucho al bolsillo de la gente? La opción para no perder el vuelto es otorgada por los cajeros, que de muy buena disposición siempre nos dicen “puede usted buscar el cambio o bien volver cuando lo tenga”. Ya que existe esta disposición de los trabajadores, el Estado debería tener respeto por ellos y por las largas filas para ser atendidos y las fallas del sistema electrónico. Esto sólo depende de quienes están al frente de la entidad y no así de los empleados.
Williams Fanlo
Pje. Pedro de Valdivia 2.951
San Miguel de Tucumán