ESTADOS UNIDOS.- El gobierno de Estados Unidos admitió la existencia de un programa para crear una red social en Cuba, finalizado en 2012, "para que los cubanos pudieran hablar de forma libre entre sí", rechazó que fuera una iniciativa secreta y señaló que sólo lo manejó con "discreción".
"Las sugerencias de que se trataba de un programa encubierto no son correctas", aclaró en conferencia de prensa el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, que reconoció la existencia del programa, que se extendió de 2009 a 2012, y que apuntaba a crear una suerte de red Twitter exclusiva para la isla.
Las revelaciones sobre el programa, llamado "Zunzuneo", fueron hechas por la agencia noticiosa estadounidense Associated Press (AP), que dijo tener más de 1.000 documentos sobre el tema, y que de alguna manera obligó al Ejecutivo a admitir su existencia.
"El propósito del proyecto Zunzuneo era crear una plataforma para que los cubanos pudieran hablar de forma libre entre sí, nada más", señaló, por su parte, el vocero de la agencia de cooperación norteamericana USAID, Matt Herrick, en una declaración.
Fue la USAID la que estuvo detrás del proyecto del "twitter cubano", que, según Herrick, "fue revisado en detalle por la Oficina General de Auditoría del gobierno estadounidense (GAO, en inglés), que concluyó que era congruente con la ley estadounidense y apropiada bajo los mecanismos de supervisión".
Carney, mientras, explicó que el Congreso de Estados Unidos "financia programas para la democracia en Cuba para ayudar a que los cubanos tengan acceso a más información y para reforzar la sociedad civil y esas asignaciones son públicas, al contrario que las acciones encubiertas".
Según contó la prensa, el proyecto se basaba en mensajes de texto de celulares para evitar el control de la información que ejercen las autoridades cubanas, y aunque el objetivo era llegar a cientos de miles de usuarios, nunca superó los 40.000.
La idea, si se alcanzaba la cifra buscada, era que la red pudiera ser usada para organizar "smart mobs", las concentraciones de protestas o acciones sociales convocadas a través de nuevas tecnologías.
La declaración de la USAID admite que el servicio empezó permitiendo "enviar noticias tecnológicas, resultados deportivos, meteorología y temas generales para aumentar el interés y atraer a cubanos" al proyecto, y que estaba previsto que en una etapa posterior los cubanos pudieran comunicarse entre sí mediante este sistema.
"Estamos orgullosos de ello; USAID es una agencia de desarrollo y trabajamos por todo el mundo ayudando a la gente a ejercer sus derechos y libertades universales", subrayó la agencia.
La USAID defendió el hermetismo con el que se manejó el proyecto, al afirmar que "no es un secreto que en ambientes hostiles, los gobiernos toman medidas para proteger a los socios con los que trabajan sobre el terreno".
"En un lugar como Cuba, eres discreto sobre la manera que implementas (estos programas) para proteger a quienes los usan. Pero eso no lo convierte en (un programa) encubierto", aseguró, en idéntica línea, Carney.
El vocero fue todavía más allá al remarcar que en la ejecución de programas "en entornos no permisivos" el gobierno de Estados unidos toma medidas "para ser discreto", algo que no ocurre "exclusivamente en Cuba".
Según consignó la agencia EFE, la planificación de "ZunZuneo" comenzó en 2009 con la obtención de medio millón de números de teléfonos celulares de Cuba, y USAID y sus contratistas ocultaron los vínculos de Washington con el proyecto con la creación de empresas "fachadas" en países como España y el uso de una cuenta bancaria en las Islas Caimán.
En su declaración, la Casa Blanca negó hoy que Alan Gross, un contratista de USAID preso en Cuba desde 2009 por "acciones contra la integridad territorial del Estado", tuviera algo que ver con el desarrollo de "ZunZuneo".
Aunque el gobierno cubano no sentó posición sobre el tema, la agencia Prensa Latina señaló que "las denuncias del presidente Raúl Castro sobre los intentos desestabilizadores del gobierno de Estados Unidos contra Cuba fueron corroboradas" con la investigación sobre el programa.
En enero, en un acto en Santiago de Cuba, Castro denunció "intentos de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal" y advirtió sobre sectores que "se afanan engañosamente en vender a los más jóvenes las supuestas ventajas de prescindir de ideologías y conciencia social, como si esos preceptos no representaran cabalmente los intereses de la clase dominante en el mundo capitalista".
El senador Patrick Leahy, demócrata por Vermont y presidente de la Subcomisión del Senado sobre el Departamento de Estado y Operaciones en el Extranjero, dijo que las revelaciones son preocupantes.
"Existe el riesgo de que cubanos jóvenes usasen el servicio en sus teléfonos móviles sin saber que era una actividad financiada por el gobierno de Estados Unidos", apuntó. TELAM