“Tenemos que mejorar nuestra concentración. Seguir abriendo los partidos como lo estamos haciendo pero tratar de mantener la ventaja”, dice Javier Malagueño, que reaparecerá hoy ante Brown de Adrogué, tras un descanso ante Patronato. Ese viernes en el que no estuvo, Atlético comenzó ganando como en 15 de los 19 partidos en los que anotó al menos un gol esta temporada. Es decir, cuando marca, lo hace primero, algo que el mundillo futbolístico considera imprescindible.
“Contra Patronato empezamos ganando y después de que nos empatan, perdimos la tranquilidad. Es mental. Los jugadores tienen que estar más tranquilos en ese momento para decidir y no apurarse”, explica Diego Erroz, que coincide con Malagueño: todo pasa por la cabeza. Así fue como de seis partidos que arrancó ganando en un torneo donde el 1-0 a veces es victoria asegurada, terminó perdiendo o empatando. El 2-0 ante Villa San Carlos, los 1 a 0 a Ferro (dos veces), Unión y Crucero del Norte se transformaron en empate. El 1-0 ante Patronato terminó en derrota.
Y por si esto fuera extraño, mucho más lo es que, sabiendo de su incapacidad para mantener una ventaja, tiene facilidad par remontar un resultado. El equipo supo remontar un 0-1 ante Instituto en la primera rueda (terminó 2-2), un 0-1 y 1-2 ante Sportivo Belgrano (ganó 3-2), un 0-1 con Boca Unidos (acabó 1-1) y logró reponerse de un 0-2 también ante la “gloria” (finalizó 2-2). Además, contra Ferro, en el Monumental, el 1-2 parcial se transformó en un 2-2 final.
“Son situaciones que se dan en los partidos, a veces pasa”, se escuda Malagueño. Nadie dice que si hoy grita primero ante Brown (A), los hinchas no deban festejarlo, pero a no confiarse y mucho menos los locales, si arrancan arriba.