La feria de arte y antigüedades más importante del mundo se abrió la semana pasada y se extenderá hasta el 23. La Feria Tefat (The European Fine Art Fair), en Maastricht (Holanda), no sólo exhibe obras y artistas de las galerías más selectas del mundo, sino que, anualmente, presenta un informe sobre el mercado que, junto con el que proporciona la empresa ArtPrice, dan cuenta de los números y tendencias.

Según revela este nuevo informe, el mercado global del arte y las antigüedades ha vuelto a alcanzar prácticamente los extraordinarios niveles de los años de auge previos a la recesión, impulsado por compradores en América y por el aumento de los precios de obras de importantes artistas de posguerra y contemporáneos.

El volumen total de ventas del mercado internacional del arte y las antigüedades alcanzó en 2013 U$S 65.000 millones, lo que representa un aumento del 8 % respecto al ejercicio anterior.

“Esto lo sitúa a un nivel tan sólo ligeramente inferior al récord histórico de U$S 65.900 millones alcanzado en 2007, inmediatamente antes de que la crisis económica mundial hundiera el mercado, subicándose en U$S 38.800 millones en 2009”, destaca la Tefat.

Recuperando el liderazgo

El mercado ha recuperado el pulso gracias al alza del valor de las ventas en Estados Unidos en un 25 %, un dato significativo debido a que el país se mantiene como el epicentro mundial del arte y las antigüedades.

De este modo, Estados Unidos ha recuperado el liderazgo con una cuota del 38% de su valor. China, que se hizo en 2012 con la primera plaza, está ahora en segunda posición (24% de cuota del mercado) y creció un 2%. Reino Unido es el tercero (20%), pero la crisis ha dañado la imagen del conjunto de la Unión Europea, que ha visto caer las ventas un 2%. Pese a todo, China se mantiene a la cabeza de los mercados del arte emergentes, con una facturación de U$S 15.700 millones en 2013, donde las pinturas y caligrafías chinas son el sector más amplio, con un 56 % del mercado en cuanto a valor. El segundo factor que ha impulsado al mercado del arte y las antigüedades es el crecimiento en un 11 % del valor del sector del arte de posguerra y contemporáneo, que supuso un 59 % del valor de las ventas realizadas en Estados Unidos en 2013.

El sector ha alcanzado su máximo histórico de ventas en subasta con un total de U$S 6.700 millones de dólares, de la mano de los precios récord que se han pagado por obras de artistas como Francis Bacon, Roy Lichtenstein y Andy Warhol.

Resultados desiguales

Sin embargo, el informe pone de manifiesto que la recuperación del mercado del arte y las antigüedades “no se ha producido de forma uniforme en todas las áreas y países del mercado”, según la Tefaf. “Tras una fuerte recuperación en 2010, el mercado global del arte ha experimentado unos resultados desiguales en diferentes sectores y países”, explicó Clare McAndrew, economista cultural especializada en el mercado de bellas artes y artes decorativas, autora del informe.

Todo sube y mejora en el mundo, pero a la vez, es más caro. La pintura, la escultura, la obra gráfica incluso los dibujos, que se habían mantenido bastante al margen de las corrientes especulativas, sucumben.

De todas formas, la pintura continúa siendo el soporte más codiciado. El martillo (en las subastas) golpeó el atril en 878 ocasiones por encima del millón de dólares para obras sobre tela. En 2003, por establecer una comparación, fueron 205 veces.

Los más caros

Desde luego, al frente de esta pujanza se encuentran los U$S 142,4 millones pagados por Elaine Pascal Wynn, la ex esposa del magnate de los casinos Steve Wynn, por el tríptico Tres estudios de Lucian Freud firmado por Francis Bacon. El remate más caro de la historia. Pero no está solo.

A esta bonanza actual también se suman los U$S 105 millones conseguidos por la venta de la tela de Andy Warhol “Silver Car crash” (“Double disaster”) y los U$S 58,3 millones que costó la obra “Number 19” (1948) del controversial Jackson Pollock.

También las esculturas se apuntan a estos días de vida y rosa. Ahí está, por ejemplo, Jeff Koons cuya escultura de cromo pulida “Balloon dog” (Orange), fue rematada por U$S 58,4 millones.