SEBASTOPOL/DONETSK.- Decenas de rusos involucrados en la toma de control de la región ucraniana de Crimea quedarían sujetos a prohibiciones de viaje y congelamientos de activos por parte de la Unión Europea y Estados Unidos, después de que unas negociaciones entre Moscú y Washington sólo distanciaron más a las partes.

Moscú envió más tropas y vehículos blindados a Crimea ayer y reiteró su amenaza de invadir otras partes de Ucrania en respuesta a hechos de violencia en Donestsk ocurridos el jueves por la noche, sin mostrar señales de ceder ante las demandas de Occidente para que se retire de la región.

Diplomáticos de la UE elegirán de una lista de entre 120 y 130 personas sujetas a posibles sanciones el domingo, cuando las autoridades pro-rusas que tomaron el poder en Crimea harán un referendo para quedar bajo soberanía de Moscú, en la peor confrontación entre Occidente y Rusia tras la Guerra Fría.

Un diplomático del bloque señaló que esperaba una lista final de “decenas” de personas para el lunes.

Pero funcionarios europeos descartaron un reporte de un periódico alemán que sugirió que la lista incluía a los presidentes de las mayores compañías de Rusia, las energéticas Gazprom y Rosneft.

El periódico Bild había informado que Alexei Miller, jefe del monopolio de gas natural Gazprom, e Igor Sechin, presidente de la petrolera Rosneft, estarían entre los sancionados, junto con ministros y asesores del Kremlin. “Los intereses empresariales no son el blanco inicial, el foco está en las decisiones políticas que han sido tomadas para actuar en Crimea y desestabilizar Ucrania”, dijo un diplomático involucrado en las negociaciones.

Advertencias y desplomes

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, sostuvo que habrá una respuesta más severa de Occidente si Rusia agudiza la tensión en Ucrania y amenaza a su población.

El diplomático ha advertido a Moscú que las sanciones de Estados Unidos y Europa podrían ser impuestas a partir del lunes si el referendo se lleva adelante, aunque la Casa Blanca dejó abierta la puerta para nuevas negociaciones, luego de la maratónica e infructuosa reunión de ayer con el canciller ruso, Sergei Lavrov.

Lavrov intentó minimizar el fracaso del encuentro y la amenaza generada desde su propio ministerio sobre un conflicto mayor, al decir que su Gobierno no tenía planes de invadir el Este de Ucrania, donde se habla ruso y fuerzas pro Moscú ocuparon edificios estatales. Pero agregó que Rusia respetará el resultado del referendo.

Los mercados rusos se desplomaron y el costo de asegurar la deuda trepó durante el último día de transacciones financieras antes del referendo.

Muerte y entrenamientos

El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, respondiendo a la muerte de al menos un manifestante en la ciudad oriental ucraniana de Donetsk, repitió la declaración del presidente Vladimir Putin de su derecho a invadir para proteger a “compatriotas” y a los ciudadanos rusos.

Autoridades médicas ucranianas dijeron que un hombre de 22 años murió apuñalado y que al menos otros 15 eran atendidos en el hospital después de enfrentamientos en Donetsk, la ciudad natal ucraniana del depuesto presidente Viktor Yanukovich, que en su mayoría es ruso-parlante.

Organizadores de una manifestación anti-Moscú dijeron que el hombre que murió pertenecía a su grupo. El gobierno ruso niega que sus fuerzas estén interviniendo en Crimea, una afirmación que Washington ridiculiza como una “ficción de Putin”. En señales para destacar la posición beligerante de Moscú antes de la votación en Crimea, el Ministerio de Defensa anunció que realizará ejercicios con aviones de combate y helicópteros sobre el Mar Mediterráneo.

El jueves anunció entrenamientos de artillería cerca de la frontera de Ucrania. (Reuters-Télam)