¿Viste cuando sentís que podés ver el futuro inmediato y ganarle de mano al destino? Bueno, algo así le pasó a Diego Jara en Córdoba. Verdugo de Instituto y rescatista de un Atlético que se iba sin nada de La Docta, el punta tomó un centro largo con su pierna menos hábil, la derecha, y le dio al arco.
La intención era esa, que la bocha encuentre la red, aunque después de producirse la unión botín derecho-pelota la trayectoria del intento podía ser incierta. “Hice goles de derecha, varios, pero nunca uno tan lindo como el que le convertí a Instituto”, muestra los dientes a media asta el delantero, hoy titular en Atlético junto a Luis Rodríguez y Gonzalo Bazán, por la roja directa que le sacaron minutos antes a su colega de área rival, el uruguayo Víctor Píriz Alves.
Jara es feliz y no agranda la situación. “Cuando estás en un lugar donde te hacen sentir como en tu casa, como uno más, eso te da la tranquilidad necesaria para divertirte y dejar todo. Atlético y mis compañeros me dan eso”, explica el ayer ídolo de Patronato, al que intentará vencer hoy desde las 22 en el Monumental.
“Necesitamos los tres puntos. Hay que ganar para seguir en el pelotón de los de arriba”, avisa. Fijarse en qué hace el o los rivales, más allá de los planteos tácticos, no es opción de Jara. Atlético tiene a su alcance el ascenso a Primera. Atlético será juez y parte de su propia historia. Y para que la máquina funcione como corresponde, la experiencia dice que todas sus partes deben estar bastante aceitadas.
Diego no comenzó bien, lo asume. El transcurso de las prácticas y de los minutos de fútbol le dieron una nueva licencia para volar y brillar en Atlético. “Reconozco que no arranqué bien, pero bueno, me puse a punto y hoy te digo que sí lo estoy. En Unión me faltaba el ritmo que acá fui cobrando semana a semana. Ya sea para jugar los 90 minutos, cinco o 10, sé que puedo aportar lo mío, además de apoyar a los chicos”.
A no confiarse
No existen los partidos sencillos. En una divisional que vive del ‘efecto tequila’, el último puede sorprender al primero. Y sabiendo del credo “decano”, Patronato no vendrá a parársele de igual a igual; a intercambiar golpes. “Es un equipo difícil, duro. Todos los que vienen a enfrentarnos se paran de contra, a defenderse. Tenemos que estar preparados y presionar”, analiza la parada, brava si las hay, Jara.
Hace dos fechas que en el Monumental no se festeja una victoria. Es tiempo de hacerlo, sobre todo teniendo en cuenta que Banfield y Independiente se cruzan en este capítulo 28 y la matemática no miente: alguno perderá puntos, aunque al “decano” le interese más que lo haga el “rojo” por una cuestión de cercanía en la tabla.
Cortar el ambiente de nervios es crucial. “Tenemos un buen grupo, divertido. Hay muchos bromistas; soy uno de ellos”, sorprende, así como también lo hace cuando desenmascara a ciertos cascarrabias. “Ja, los hay, claro, caso Bruno (Bianchi), Sebastián (Longo) o Pablo (Despósito). No les gustan las bromas, y bueno, mejor para nosotros, ja. Pobres, los hacemos enojar a veces”, cuenta. La comunión y unión del equipo es clave.
“Tenemos un gran plantel, de buenas personas y vamos a pelear por el objetivo. Somos un equipo grande, Atlético es un grande y tiene que demostrarlo siempre. Estamos obligados a hacer valer su nombre”, recalca Jara en modo “decano”. Es más, hasta acepta que estar en la cornisa del éxito total y de la decepción por no entrar en el callejón con final en la A, lo motiva. Estar cerca es bueno.
Una vez más, las horas retroceden hasta el golazo a la “gloria”. “Fue lindo, pero lo más importante es que sirvió para empatar, después de que no tuvimos una buena actuación, sinceramente. Será uno de mis goles más recordados, por lo que significó y porque le pegué con la de ‘palo’, ja, ja, ja”, dijo en referencia a su derechazo.
Se sabe, vivir del pasado no es bueno, aunque en determinados casos, recordar ayuda al presente. “Debo seguir mejorando, falta mucho y estamos ante una gran chance, no la podemos dejar escapar”, abre las alas Jara y vuela sabiendo que su destino final puede ser el ascenso.