MADRID.- “¡Genio, eres el más grande!”, gritó alguien. Y las palmas rompieron el silencio. El féretro de Paco de Lucía recorrió ayer su ciudad natal, Algeciras, acompañado por miles de personas que quisieron darle el último adiós antes de ser enterrado en esta localidad del sur de España.
Durante la misa fúnebre, celebrada en la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, la cantaora Remedios Amaya dedicó un emocionante cante al guitarrista flamenco, que falleció el pasado 26 de febrero en México. “Se ha vivido el dolor de todo el pueblo de Algeciras”, explicaba una mujer, entre lágrimas, al paso del cortejo fúnebre.
Las estrellas también
Reconocidas figuras del flamenco, como Tomatito, Vicente Amigo o Raimundo Amador, portaron el féretro hasta el coche fúnebre en el que fue trasladado al camposanto.
Allí, a pesar de la lluvia, la muchedumbre lo recibió con gritos y palmas. Todos querían rendir tributo a su vecino más universal, que finalmente fue enterrado en la intimidad por sus familiares y amigos.
“Hemos sentido su muerte como si fuera alguien de nuestra familia”, lamentó un ciudadano de Algeciras. “No se ha ido ni se irá nunca, seguirá en nuestro corazón porque es un grande. Su alma nos acompañará por siempre”, afirmó un joven con la tristeza dibujada en el rostro.
La muerte de Paco de Lucía a causa de un infarto conmocionó el pasado 26 de febrero a España y al mundo del flamenco, que quedó huérfano de uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos.
El féretro del artista aterrizó el viernes en Madrid en un vuelo procedente de México. Una primera capilla ardiente fue instalada en el escenario del Auditorio Nacional de España, por el que pasaron cientos de personas para rendirle tributo. Entre ellas, el cantaor José Mercé, el bailarín Joaquín Cortés o la cantante Massiel. También asistió el príncipe Felipe, heredero de la corona española, quien dio sus condolencias a la familia.
Morada final
A última hora del día, el cuerpo fue trasladado a la localidad donde el guitarrista nació hace 66 años. Allí, compañeros como Tomatito, Farruquito o Raimundo Amador le esperaban para velarlo durante toda la noche, mientras cientos de vecinos se despedían del autor de “Entre dos aguas”, su rumba más conocida.
Compositor y maestro de la guitarra, renovó el flamenco y lo fusionó con otros ritmos como el jazz, la bossa nova o el blues y se volvió un icono de la música española. A tal punto que compartió el escenario con grandes intérpretes y hasta con directores emblemáticos.
Ayer, a la puerta del ayuntamiento de Algeciras, alguien dejó una famosa cita de Keith Richard que recorrió las redes sociales en España en los últimos días: “Solo hay dos o tres guitarras que se puedan considerar leyenda y por encima de todas ellas está Paco de Lucía”. (DPA)