El gesto político que tuvo el gobernador José Alperovich, al darle un trámite expeditivo a la declaración de la Emergencia para el sector citrícola activó el reclamo de otras actividades que también sufrieron las consecuencias de las heladas y la sequía registradas en 2013.
Es el caso de la industria azucarera, donde estiman pérdidas superiores al 50% en la producción de caña, debido a esos factores climáticos adversos.
La Unión de Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT) le envió ayer una nota al gobernador, reiterando el reclamo que ya habían planteado en tres oportunidades el año pasado, para que el sector sea alcanzado por los beneficios de la Ley 5.860, de Emergencia Agropecuaria.
En la misiva, que lleva las firmas del titular de UCIT, Sergio Fara, y de su tesorero, Vicente Sal, recordaron que está en manos del titular del Poder Ejecutivo el dictamen realizado a fines de 2013 “por la comisión de evaluación integrada por organismos técnicos del INTA, de la Estación Experimental, la Secretaría de Agricultura y distintas instituciones cañeras” en el cual se sugiere la declaración de la Emergencia para el sector.
Consecuencias
Los dirigentes advirtieron que el Gobernador está al tanto de “la situación crítica que están soportando el pequeño y el mediano productor a causa de las condiciones climáticas existentes de sequías, altas temperaturas y fuertes heladas” que, según estimaciones del sector y de la Estación Experimental “generaron una pérdida ampliamente superior al 50% de la producción de caña”.
En la nota, los representantes de UCIT le solicitaron a Alperovich “una audiencia en carácter de muy urgente para considerar el tema planteado”.
Por otro lado, UCIT requirió a la Secretaría de Agricultura provincial un informe “sobre la cantidad de productores cañeros inscriptos en esa dependencia” y el “número de cañeros que hay por hectáreas” a los fines de contar con un número de referencia de cara al inicio de las paritarias salariales de la actividad.