BUENOS AIRES.- El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, advirtió que la inflación y los aumentos “impactan mayormente” en los pobres y manifestó, ayer, preocupación por la “violencia derivada de la injusticia”.
El prelado dijo, en una entrevista con DyN, que no percibe como “un escenario cercano” un eventual estallido social, a raíz de la red de contención que ofrecen las organizaciones, los credos y el propio Estado a través de los programas sociales, pero aseguró que “cuando hay aumentos significativos en el costo de vida, no alcanzan a paliar las situaciones más urgentes”.
Asimismo, señaló que ante el inicio de paritarias de distintos gremios en el país “es importante establecer un contexto más amplio con pautas de diálogo y amistad social”. Los siguientes son los tramos principales de la entrevista:
- ¿Cómo evalúa la Pastoral Social el impacto que la devaluación, la inflación y la escalada de los precios en los argentinos, sobre todo en los sectores más vulnerables?
- En la Pastoral Social no manejamos datos propios a nivel cuantitativo. Sí percibimos la preocupación que nos acerca la gente. Quienes tienen un salario fijo ven que no les alcanza para comprar lo mismo en el mes, y reducen la calidad de su alimentación, o suprimen salidas de esparcimiento, lo cual implica una disminución de calidad de vida. Quienes viven -o sobreviven- por changas o trabajo no registrado quedan más expuestos a la incertidumbre y a la necesidad de ser ayudados por sus familias o por Caritas u otra organización social o solidaria. La inflación y los aumentos de los precios impactan mayormente en las necesidades más elementales de los pobres.
- ¿Hay preocupación en la Iglesia sobre un eventual estallido social o hechos de violencia derivados por la crisis?
- La pobreza es una violencia. La desnutrición, el hacinamiento en que viven unos cuantos hermanos nuestros, es violencia. Ser presos de la droga o el alcohol, o esclavos en talleres clandestinos o prostíbulos, es violencia derivada de la injusticia. Estas violencias nos preocupan mucho. Acerca de un eventual estallido social no veo hoy que sea un escenario cercano. Hay un tejido social que se esfuerza por contener las necesidades más urgentes por medio de unas cuantas organizaciones sociales, Iglesias y credos... También los programas sociales buscan dar respuesta desde el Estado. Pero cuando hay aumentos significativos en el costo de vida, no alcanzan a paliar las situaciones más urgentes.
- Las paritarias aparecen complicadas porque el Gobierno pretende cerrar un acuerdo anual y al menos 15 provincias fijaron un “techo” del 25 % de aumento, mientras los gremios rechazan ese tope y reclaman acuerdos cortos, a raíz de la incertidumbre económica. ¿Percibe un punto de conflicto en este sentido? ¿La Pastoral Social podría acompañar instancias de diálogo en este sentido?
- Las paritarias son instancias de diálogo y negociación para establecer pautas salariales y condiciones de trabajo. Los representantes de los trabajadores buscan que los aumentos salariales no se licuen con la inflación. Es importante establecer un contexto más amplio con pautas de diálogo y amistad social. Por otra parte, no veo que la Pastoral Social tenga un rol en las paritarias. Sí queremos seguir colaborando en fomentar la amistad social y la sensibilidad para con los pobres.