Miles de jóvenes parejas recibieron ayer la bendición del papa Francisco en el Día de San Valentín, en una ceremonia especial celebrada en la Plaza San Pedro. El ontífice se pronunció en contra de la violencia de género y familiar y dijo que el amor verdadero no se impone con dureza y agresividad, sino con cortesía. “Hoy en nuestras familias, en nuestro mundo, a menudo violento y arrogante, hace falta mucha más cortesía. Y esto puede comenzar en casa”, dijo el Papa argentino.

Francisco recordó a los jóvenes la necesidad de usar siempre las palabras “permiso, gracias y perdón”. “Pedir permiso -explicó- significa saber entrar con cortesía en la vida de los otros. La gratitud -afirmó- es una flor que crece en tierra noble: es necesaria la nobleza del alma para que crezca esta flor. Gracias no es una palabra amable que hay que usar con los extraños, para ser educados; hay que saber decirse gracias, para avanzar bien juntos”, puntualizó Francisco. El otro consejo que brindó a los jóvenes es pedir siempre perdón. “En general cada uno de nosotros está listo para acusar al otro y justificarse a sí mismo. Es un instinto que está en el origen de muchos desastres. Aprendamos a reconocer nuestros errores”, resaltó.