Terminaba el convulso mayo de 1975, con las acciones del Operativo Independencia en pleno desarrollo, cuando en Manchalá se produjo el violento enfrentamiento armado entre miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y conscriptos y militares que estaban realizando una tarea social en la escuela de esa localidad.
El combate de Manchalá, el más importante realizado en forma abierta entre los grupos contendientes en la provincia, será recordado en un documental que está siendo preproducido, con la dirección de Sandro Rojas Filártiga.
Los protagonistas de entonces serán las voces de ahora. José Romero integraba la escuadrilla de conscriptos que estaba en el lugar y repelió los disparos guerrilleros. “Queremos que se conozca este hecho por las implicancias que tuvo. Nosotros estábamos allí de casualidad, pero nos tocó cuidar con orgullo el arma que nos dieron para defender la democracia, en un momento trágico”, resalta, en una visita a LA GACETA.
Su compañero, Luis Peñaranda, se detiene en esta última idea: “nosotros éramos conscriptos que cumplíamos con la ley nacional en un Gobierno constitucional, y ahora somos ciudadanos comunes, de perfil bajo”. “No guardamos odio ni rencor con quienes nos tiroteamos. Me gustaría mucho encontrarme con quienes estaban del otro lado y sentarnos a charlar”, aseguró Rodolfo Demayo, a lo que Romero agregó: “con los de entonces, no con los que ahora viven en Puerto Madero”.
“Yo volví a Manchalá en 2004 y fue un sentimiento indescriptible. Toda la gente de la zona sabe lo que pasó y me relataron exactamente las cosas como ocurrieron”, recordó Osvaldo Alcalá, uno de los 13 soldados que participó del enfrentamiento, que duró ocho horas y dejó sólo un guerrillero muerto.
En busca de fondos
Rojas Filártiga tiene experiencia: ya dirigió dos documentales sobre la guerra de Malvinas y “Los valientes de Formosa”, acerca del ataque montonero a un cuartel. “Es muy emocionante conocer a estos combatientes, con su calidez, humildad y amor por lo que hicieron. Están heridos, porque algunos los acusan de asesinos y genocidas, cuando su actuación fue otra”, explica.
El cineasta se reivindica “socialista de Alfredo Bravo”, y denuncia “la manipulación de la historia por el Gobierno de turno”. Por ello, el filme se financiará de forma independiente. El dirigente de Pacificación Nacional Definitiva, Roberto José Rosales, se encargará de reunir fondos con donaciones en el blog de la agrupación en Internet. “Queremos superar 204 años de antinomia nacional”, señala.
El primer impulso surgió en Salta, cuando Andrés Suriani descubrió, en abril de 2013, que se destruyó el monumento a “los bravos de Manchalá”. “Derribaban la memoria, y no lo podía permitir”, dice.