Jesús Alfredo Castro tiene 21 años y lucha en la sala de terapia intensiva del Hospital Padilla para seguir con vida. Ayer a la madrugada dos asaltantes, que hasta anoche estaban prófugos, le dispararon en la cabeza para robarle la moto CG 150 en la que circulaba.

Ocurrió alrededor de la una, cuando la víctima estaba conversando con su esposa, Mayra Estefanía Cáceres, en Juan José Paso al 300, a unos 20 metros de la esquina con San Juan. “Primero escuchamos el ruido del escape de una moto. Después vimos que dos tipos se acercaban en una moto. Al verlos -eran dos chicos con gorra de entre 25 y 26 años- mi marido me dijo que me vaya hacia un árbol que hay en esa cuadras y me escondí ahí. Cuando vi que uno de ellos sacaba una pistola les grité que no disparen”, recordó Mayra mientras esperaba el parte médico en la guardia del Padilla.

Pero sus gritos no disuadieron a los asaltantes que, sin mediar palabras, jalaron el gatillo. “No sé si mi marido se resistió, pero después de escuchar el disparo él ya estaba en el suelo. El que iba de acompañante se bajó y se subió a la moto de mi marido y escaparon por la San Juan”, concluyó. La bronca se apoderó de los vecinos del Barrio El Bosque que viven en esa cuadra y varios se acercaron para tratar de auxiliar a la víctima. “Llamamos varias veces al 911 pero demoraron entre 15 y 20 minutos en llegar. La ambulancia demoró todavía más y llegó recién a la media hora”, se quejó Alberto Villalba, uno de los vecinos del barrio.

Omar Castillo es un taxista que guarda su vehículo en la misma cuadra en la que ocurrió el robo. “Esta zona es cada vez más peligrosa. El viernes a la noche le pegaron un tiro en la pierna a otro chico al que le quisieron robar la moto acá a la vuelta (San Juan al 2100). La Policía no hace nada. Están cobrando un tremendo sueldazo pero no están cumpliendo con su función. Acá estamos completamente desprotegidos. Hubo dos hechos con tiros y ni siquiera están patrullando (sic)”, aseveró.

Según explicaron, la víctima tiene una hija de dos años y trabaja en un comercio en el centro de la capital.

Mariano Pérez, otro de los vecinos entrevistados por LA GACETA, señaló que antes de cometer el ilícito los asaltantes pasaron en la moto que circulaban por Juan José Paso al 300 en dirección al sur. Pero, antes de llegar a Don Bosco, volvieron en contramano hasta donde estaba parado Castro con su esposa. “En dos días tuvimos dos hechos que no fueron arrebatos; fueron robos con disparos. Los policías reclamaban un mejor sueldo. Ahora cobran bien pero no hacen nada. Además hay un montón de gente sin trabajo”, se quejó.

En este contexto, los uniformados de la Seccional 7ª que intervinieron en el hecho, reconocieron que recibieron insultos por parte de los vecinos. A su vez el oficial Carlos Marcial, a cargo de la documentación del ilícito, señaló que los sospechoso serían del barrio Juan XXIII, conocido como La Bombilla.

La preocupación entre los familiares de esta víctima de la inseguridad y del elevado número de armas que circulan en Tucumán era notoria. “En el primer diagnóstico nos dijeron que tenía muerte cerebral, pero después se lo descartó porque comenzó a tener una respuesta motriz a los estímulos que le estaban dando. Pero su condición continúa siendo muy delicada”, precisó Fernando Cruz, cuñado de la víctima.