Dirigentes agropecuarios tucumanos reaccionaron con indignación frente a los dichos del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien ayer a la mañana, en declaraciones a la prensa, había acusado a los grandes productores de tener una actitud de “avaricia u otro tipo de carácter especulativo” por no efectuar liquidaciones de divisas en el mercado local.

Según manifestó a LA GACETA el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), Sebastián Robles Terán, esas expresiones “únicamente sirven para generar más confusión en la sociedad” y, a su entender, “forman parte de la estrategia de un Gobierno que busca culpables para disimular sus equivocaciones”.

El referente del agro tucumano señaló que se estima que hay aproximadamente 5 millones de toneladas de soja que están en manos de los exportadores y productores, “lo que es una cifra ínfima si se tiene en cuenta que en la última campaña hubo una producción de 105 millones de toneladas de granos”, según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación.

En este sentido, Robles Terán apuntó que “aún cuando hoy se liquidara toda la soja disponible, al país no le significaría ningún tipo de solución o mejora en el contexto actual. La suba del dólar es fruto de la inflación y de la tremenda emisión monetaria que hubo para tratar de nivelar el déficit fiscal, y no por culpa del campo”, sentenció. Para el titular de la SRT, sería más oportuno que “en lugar de buscar culpables, el Gobierno convoque al diálogo de todos los sectores para tratar de consensuar una solución a los problemas” que tiene el país.

Robles Terán agregó que los dirigentes del agro presentaron un proyecto para alcanzar 150 millones de toneladas de granos (un 50% más), pero las autoridades no se hicieron eco de la propuesta. “A pesar de las críticas, el campo sigue produciendo y generando la producción indispensable para que sigan ingresando dólares genuinos al país”, disparó.

A su turno, Víctor Pereyra, titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Tucumán (Cartuc), opinó que “son ridículas las declaraciones del ministro Capitanich, porque está más que claro que el foco del problema no es si se venden o no los granos”. “Las cantidades de soja que hay en existencia no son determinantes frente a los problemas macroeconómicos que tiene el país. Ya no saben qué hacer con tantas marchas y contramarchas, prueba y error, por eso ahora usan las conferencias de prensa para agredir a los productores y buscar culpables”, lanzó.

Pereyra justificó la decisión de sectores del agro que no aún no liquidaron divisas de la campaña pasada. “Con la inflación que hay, no se puede obligar al agro o cualquier otro rubro a desprenderse de sus bienes y productos, en medio de una incertidumbre total. El único resguardo de la actividad privada es resguardar su capital, de lo contrario entramos en un caos y habrá que cerrar campos porque no se podrá seguir produciendo”, completó.