MENDOZA.- El Súper es la inyección anímica para el que está caído y para el que quiere seguir de levantada. El que lo gana no soluciona todos sus problemas, pero lo que tiene de bueno (además de poder cargar contra el primo) es que pareciera que sí. Para eso volverán a verse las caras Boca y River, que juegan mañana a las 22.

Los dos quieren llegar 10 puntos al Torneo Final, lavar culpas de un 2013 fatal y arrancar lo nuevo con otros aires. Entonces, lo ideal será ganar, dejar aceitada la máquina. En un mismo sentido, el “millonario” ya sacó algo de ventaja al dejar bien clara su victoria en Córdoba. Pero la sentencia de un clásico es tan dura que puede hacer que quien ría al último, ría mejor. Conclusión: una victoria de Boca en el último clásico del verano podrá desmantelar (al menos por unos días) todo lo bueno que River hizo el pasado fin de semana, y disparar al equipo de Carlos Bianchi.

Lo que pasa es que jamás el resultado de un Superclásico pasará desapercibido, ni en su modo amistoso, por eso la importancia del juego mendocino. Al igual que su par boquense, Ramón Díaz también piensa en apostar al mejor 11 a mano, y con la idea de ambos DT queda todo dicho: otro juego que será a matar o morir (pese a la cautela que quieran poner ante las cámaras muchos de los protagonistas).

“Sabemos que los clásicos los tenemos que jugar como el partido pasado, no nos podemos relajar. Lo que hicimos fue muy bueno pero creo que podemos dar más”. Las palabras fueron las de un Manuel Lanzini inspirado, dulce por su última conquista en el suelo del cuarteto. Su opinión va en consonancia con la de todo River, que quiere ser el verdadero y único rey del verano asegurándose una nueva victoria. “Ese es el camino, sabemos que podemos revertir la situación del torneo pasado y encarar el campeonato de la mejor manera”, se sinceró “Manu”.

En La Ribera el que ya habló y dejó en claro las sensaciones fue Hernán Grana. “A River siempre queremos ganarle”, dijo el lateral y en su análisis pasional incluyó otro referido a la tercer encuentro en un lapso de dos semanas, entre los más grandes. “Eso no es algo normal pero son partidos lindos para jugar, y si el hincha lo disfruta, bienvenido sea”, sostuvo el ex “albo”, pensando en su hinchada, pero jamás desconociendo que inclinar la balanza mañana será vital para arrancar el torneo con más confianza, listo para dejar atrás cualquier problema. (Especial)