LA FALTA DE AGUA

El 29 de diciembre pasado se publicó mi carta donde ilusamente preguntaba: ¿quién se hace cargo? Pasaron las fiestas, las altas temperaturas nos pegan fuerte y la situación no da para más. Los usuarios estamos cansados de peregrinar por la SAT para mendigar un poco de agua y se nos burlan aduciendo que ya abrirán las llaves, palabras simplemente porque llegamos al extremo de solicitar el aguatero, como en la época colonial, para poder llenar algún tacho (si tenemos suerte de que vayan). Porque el tiempo que prestan el servicio lo hacen sin presión y escasamente 15 minutos que sólo alcanzan para llenar un par de botellas con tal preciado elemento. También leí el anuncio del gobernador sobre el aumento del agua. Pregunto: ¿tiene los pies sobre la tierra? ¿Cómo puede avalar semejante incoherencia cuando no lo tenemos al servicio? ¿Por qué no controla a la empresa y su funcionamiento? ¿Será que no sufre falta del suministro o no hay mejor ceguera que la que uno no quiere ver? La cotidianidad se volvió tan invisible ante los ojos de los que tienen el poder. Pienso que alguien tiene que darse cuenta que ponen en riesgo la salud de la población, debemos soportar temperaturas de 50° sin tener agua para beber, asearnos y limpiar la casa. No hay alguna persona inteligente que sepa distribuirla en “forma equitativa”. Si pagamos las boletas tenemos derecho a reclamar. No esperen que la situación se agrave, no tantos proyectos, señores, ejecútenlos.

María Angélica Escobar
Yrigoyen 712
Tafí Viejo-Tucumán

LA HOSTERÍA DE ATEP

Luego de un tiempo, volví a la hostería de ATEP, de San Pedro de Colalao y quedé gratamente impresionado por las mejoras realizadas. Integré la comisión directiva de ATEP en la época del inolvidable Isauro Arancibia, que fue el creador de este hospedaje, así como el de Tafí del Valle, y de barrios. Recuerdo que en el antiguo espacio gremial de la calle Congreso, teníamos una oficina llena de carpetas aprobadas para iniciar obras (barrios, edificios y hasta la nueva sede del gremio. Pero por su triste final que conocemos, no pudo ver concretado su sueño. También fue el creador de la Ctera, sindicato a nivel nacional. Recuerdo que siempre decía que las hosterías no tenían que dejar de crecer para el bien del afiliado, por eso me emocionó ver las mejoras realizadas que incluyen la construcción de una piscina y de otras habitaciones, por lo cual felicito a la actual directiva. Lo único criticable sería el olvido de colocar una placa o un busto recordatorio en honor de ese gran gremialista que dio su vida por el gremio y la docencia de todo el país. En cuanto a la villa, observé un cambio para mejor, pero da la impresión de no contar con alguien que ponga orden en el tránsito que tiene doble y hasta triple mano. Para cruzar una calle, uno debe esquivar autos, camionetas, cuatriciclos, motonetas, bicicletas y hasta patinetas, estas últimas hay que gambetearlas en la plaza. Creo que por el bien de todos, la comuna debe reglamentar esto.

Henry Eduardo Barrios
San Lorenzo 1.250
San Miguel de Tucumán

SIN TELÉFONO

Recurro a esta sección, que bien podría denominarse, servicio a la comunidad, para hacer público mi reclamo a la empresa Telecom ya que hace cuatro meses no cuento con el servicio de teléfono fijo (03865-494004), a pesar de pagar las facturas que puntualmente llegan pero nunca un técnico que repare y menos aún una línea que atienda, sin repetir “gracias por esperar”. ¿Hasta cuándo hay que esperar, y seguir pagando un servicio que no se tiene ni se reconoce el no haberlo brindado? Parece que todos los usuarios, tenemos que subsidiar a esta empresa pagando facturas, sin tener acceso a la comunicación.

María Teresa Aciar
tereaciar@hotmail.com.ar


EL FIEL AMIGO

Ante el estupor que causan ciertos hechos protagonizados por algunos miembros “superiores” del reino animal aparece de pronto, como contraste y ejemplo, lo que protagonizó el perro Collie que acaba de morir en Rosario. Tras el entierro de su dueño hace unos nueve años resolvió esperarlo, junto a su tumba, en el cementerio La Piedad. Allí se mantuvo, contra viento y marea, obcecado, como aguardando -esperanzado- que resucitara. Por ello, y en su modesto homenaje, escribí lo siguiente, una casi baguala: “El perro Collie se ha ido/ ya dejó de padecer./ Su dueño lo ha precedido/ y aunque no puedan creer/ junto a su tumba ha vivido/ creyendo que iba a volver./ Nueve años largos han sido/ los d’ese loco querer./ Siendo animal ha sabido/ eso del agradecer./ Descanso bien merecido/ ahora ya tiene su ser”.

Eduardo Nieto
edunieto@arnet.com.ar

POLÍTICA CULTURAL

Considero que ante un nuevo año debemos replantear la política cultural de la provincia y lo debemos hacer en nombre del federalismo, aunque suene extraño. Hay dos culturas en el país, la que se desarrolla en Buenos Aires y que asume el papel de “la cultura nacional” y la del interior que a veces se nombra como “regional”. Por eso es que muchos actores de la cultura que quieren avanzar en su especialidad, terminan emigrando hacia la Reina del Plata. Al revés de lo que pensaba Julio César, es preferible ser segundo o tercero en Roma, que primero en Las Galias. En el orden provincial se repite este injusto esquema, y no “llueven igual cantidad de milímetros de cultura” en La Cocha, Lules o Burruyacu que en San Miguel de Tucumán. Por eso creo que un plan mínimo de extensión cultural, debiera contemplar llevar la Orquesta y la Banda, por lo menos una vez por año a cada Municipalidad. De igual manera, contratar los grupos locales y llevar el teatro una vez al año. Tendrían que organizarse conjuntamente con los municipios, concursos de cuento y poesía, especialmente para autores noveles e inéditos. No sería tampoco tan difícil concursar anualmente la zamba o canción del año, y editar un CD con autores locales. Una buena política sería fomentar la existencia de coros municipales y la Provincia debe asumir su parte en el tema. Y no nos ocupemos tanto en contratar cantores y/conjuntos de moda nacionales, especialmente aquellos “comerciales y mediáticos”. Ya el Ministerio del Interior local auspicia tantos festivales locales como comunas rurales existen. Y reflotemos algunas ideas como la edición oficial de libros de autores, temas o de interés para nuestra provincia. ¿Cuántos años hace que no se edita? Y para finalizar. hagamos una nueva y mejorada Ley “Ardiles Gray”, llamada así por el apellido de su autor, el monterizo Julio Ardiles Gay, quien gestó en 1958 la creación del Concejo Provincial de Difusión Cultural, de muy feliz memoria. Nos acordemos de un antiguo refrán italiano que dice: “Ritorniemo all antico e sarà un progresso”. Es decir volvamos a la antiguo y será un progreso. Al menos lo intentemos.

Tulio Ottonello
tso.lu2ku@gmail.com

TERRENOS PARA EL PLAN PROCREAR

Quisiera intentar aclarar aspectos que hacen a la “especulación con terrenos para el programa Procrear”. Me permito asegurar a que el precio impuesto a los terrenos que imposibilitan su adquisición por parte de los adjudicatarios de los planes, no obedece solamente a una especulación económica, sino que lamentablemente en la mayoría de los casos obedecen a la antidemocrática, egoísta y despreciable intención de hacer fracasar el Plan, lo cual aparentemente en Tucumán y otros lugares del país se está consiguiendo. Tomando el precio de un terreno cualquiera determinado, antes de los sorteos de adjudicación se tendrá un valor de aproximadamente entre un 160 y 210 % inferior a los actualmente pedidos. Si al valor original le sumáramos los índices correctivos correspondientes, las subas lógicas por demanda que determinan incrementos y a ese valor obtenido lo convertimos a dólares y estos a su vez los pasamos a la cotización del mercado marginal, tendremos un precio que resultaría superior en un digamos -exagerando- 95 al 110%. Consideremos que representa la situación una oportunidad única para vender la propiedad en cuestión, ante lo cual nos permitimos agregar un porcentaje que nos lleva a un ya leonino 130 a 145%, pero nunca a los valores que se están manejando. Que el precio pretendido no se corresponde con el real, es fácilmente demostrable, aplicando por ejemplo el sistema de valuación de la renta presunta con el cual se llegaría a una incidencia del valor del terreno en el producto a edificar y vender o alquilar, que determinaría un precio muy por arriba del que corresponde. Entonces, surge sola la pregunta: ¿por qué piden un precio que lleva indefectiblemente a que nadie compre esos productos? Obviamente, porque no quieren vender, y ¿por qué no querrían vender si es a todas luces “El Negocio”? Porque el objetivo no es económico, sino no permitir que se concrete una buena medida tomada por el Gobierno. Explicitado esto, se suma lo que un propietario dijo: “No voy a ayudar a que a esa le salgan bien las cosas”. Huelgan las palabras.

Carlos Brepe
carlosbrepe2004@yahoo.com.ar

¿NO ES ILÓGICO?

Discrepo con el lector Hugo Vallejo (carta del 27/1), y lo expreso en estas preguntas: ¿No es ilógico que luego de haber crecido al comienzo con tasas chinas, andemos ahora con tasas de crecimiento haitianas? ¿No es ilógico que hayamos tenido 50.000 millones de dólares en el Banco Central, éxito que celebramos, hayamos descendido a 29.000 en una “Década ganada”? ¿No es ilógico que luego de diez años exitosos, hayamos descubierto que hay un millón y medio de jóvenes que no estudian ni trabajan? ¿Qué clase de ministros de Educación tuvimos que tardaron diez años en advertirlo? ¿No es ilógico que una ministra de Bienestar Social cuasi eterna tampoco lo haya advertido? ¿No es ilógico aferrarse a la memoria de Marita Verón, para defender una “Década ganada” que no supo defender su integridad? ¿Primero, que no supo tener una policía honesta después que la rescatara a tiempo y un fiscal con ganas y sin complacencias, sin vergonzosas lentitudes al final? ¿No es acaso ilógico que los jueces que no recibieron pruebas bien fundadas para condenar no puedan jubilarse, y un fiscal moroso reciba pronto su jubilación? ¿Cuál es la lógica que permite al lector condenar a Cobos, Redrado, Lousteau? ¿Eran sanos y fervientes patriotas, defensores de lo nacional y popular cuando formaban parte del Gobierno, en los primeros años de la “Década ganada” y ahora son defensores de empresas, desestabilizadores, defensores de medios periodísticos concentrados, que en lugar de leer las enjundiosas y bien pagadas banalidades de Tiempo Argentino les creen a otros diarios de tiradas millonarias? ¿Somos tan zonzos los argentinos, tan ilógicos? Le digo al lector Vallejo que no sólo él ha elegido vivir en democracia. Lo han hechos miles de argentinos entre los que me incluyo. Pero hay distintos grados de democracia entre la ideal y verdadera y las versiones truchas, aunque se envuelvan con el poncho “nacional y popular” o con la memoria respetable de Simón Bolívar. Hay entre ellas la misma distancia que separa la Novena Sinfonía de un cuartetazo. Ambas usan el pentagrama como sustento general, pero no expresan lo mismo. Quien no sepa hacer esta distinción pueda quizás admitir que la política no va con la lógica. Pero creo que, afortunadamente, son los menos.

Melitón Saldaño
melitonsal@gmail.com

COMO HIJOS ADOLESCENTES

Luego de reír y también de sentir cierta sensación de agobio mental cuando el final del relato del Coco Díaz (carta de Daniel Chávez, 28/1) termina con una frase obtusa, al decir que “soy abuelo de mí mismo”, descubro una gran convergencia con nuestra realidad país, lo que sin duda alguna permite ya no reír, pero tampoco llorar. No hace falta ser muy erudito para mirar y no sentir antes que agobio, unas ganas enormes de reír a mandíbula batiente. ¿Cómo es posible equivocarse tanto y tantas veces, y a cada rato? ¿Quizás, sólo sea una táctica distractiva? ¿O tal vez estoy equivocado y de verdad no vivo en este país? ¿Es verdad que producimos en nuestras universidades estos seres capacitados, para hacer con la convergencia económica algo similar a la confusión familiar? ¿Será cierta la Argentina de las 100 millones de toneladas de alimentos que nos regala la naturaleza y el trabajo, o es mentira y de verdad debemos vivir en emergencia crónica y con intervenciones en todos los planos y niveles? Alguna vez podremos conocer por qué la clase gobernante, nos trata a la mayoría de los argentinos, como si fuéramos sus hijos adolescentes y no un pueblo que trabaja hasta desgañitarse y trata de sobrevivir en medio de grandes desaciertos de los responsables de gobernar. Ya somos adultos, y cómo les dice a sus padres un ex adolescente: “déjenme vivir”.

Carmelo Felice
carfico@live.com

PELÍCULA REPETIDA

Pasan los años y la Argentina sigue reeditando viejas políticas económicas que condujeron a graves conflictos sociales. ¿Cuántas veces vimos la película del aumento del dólar, de la inflación, las corridas bancarias, la pauperización de las clases sociales con distintos actores? ¿Cómo puede ser que haya una etapa donde el país mejora un poco (nunca estamos del todo bien) y después aparezca nuevamente una crisis general que nos pone al borde del abismo? ¿Se dan cuenta por qué este es un país imprevisible, desorganizado, improvisado? ¿Cómo vamos a proyectarnos si cada 4, 5 o 6 años o más quizás, todo parece derrumbarse como un castillo de naipes? Así es imposible pensar en tener expectativas de crecimiento personal a largo plazo. Ningún gobierno le deja las cosas ordenadas al que viene; por el contrario, la administración siguiente hereda desprolijidades y problemas de distinta índole. El gobierno que termina su gestión pretende que a su sucesor le vaya mal para decir después que los demás son incapaces para gobernar. ¿No ocurre esto desde hace muchos años en la República Argentina? ¿Cómo nos va a ir bien?

Marcelo Malvestitti
marcelomalvestitti35@hotmail.com

PALOMAS Y GAVILANES

Ninguna referencia gráfica viva y real puede mejor representar la realidad de casi todas las “conferencias de paz”, sean las de Ginebra II por Siria o la del famoso “Cuarteto para la paz en el M.O.” Siempre acechan a la blanca paloma de la paz los muy negros gavilanes que ganan en todas las guerras: antes, con la carrera de armamentos que en una carrera de negocios fabulosos para los fabricantes de armas y sus financistas; y, en medio de las guerras, con el aprovisionamiento de armas y municiones sin “control de precios” (tal como ocurrió en la guerra por Malvinas donde se pagaron por los Exocet precios “premiun”. Es necesario una profunda reconversión industrial paralela a un plan de desarme global, particularmente de las armas de destrucción masiva. Tal vez entonces el vuelo de la paloma no manche de sangre sus alas.

Carlos Duguech
carlosduguech@yahoo.com.ar