Nadie lo discute: es la fiesta mayor del folclore argentino, una vidriera para que los artistas jóvenes tengan una oportunidad de pegar el gran salto y para la confirmación de los consagrados. Cuando de la garganta del maestro de ceremonias de todos los tiempos, Marcelo Simón, salga el “Aquí Cosquín”, la plaza Próspero Molina estallará en un cerrado aplauso.
Sobre el escenario Atahualpa Yupanqui pasarán más de 270 artistas en las nueve noches, pero la fiesta está asegurada en distintos espacios. De hecho, no hará falta esperar hasta la noche: a las 10 se realizará el desfile inaugural por la avenida San Martín, con todas las delegaciones y agrupaciones gauchas presentes. En cada esquina, habrá recitadores y copleros. La temática de este año es la zamba, que será bailada por los grupos de danza al mismo tiempo al cierre de la caminata.
En la primera luna coscoína habrá cuatro tucumanos en el escenario mayor; dos de ellos estarán todas las noches: son Andrea Martínez Sotelo (de la academia Ecos de mi Tierra) y Alfredo Salomón, que integran el ballet Camin, el cuerpo de baile oficial del festival y que abre cada día de recitales danzando el himno a Cosquín. Los dos pasaron con éxito las audiciones para integrar el elenco y estarán en lugar privilegiado a lo largo de toda la fiesta.
Especialmente invitado a bailar la primera noche con el Camin estará también Nicolás Correa, quien fue el ganador nacional del Pre Cosquín en la categoría bailarín de malambo individual. Aunque es de la Banda del Río Salí, compitió por la sub sede de Río Tercero, Córdoba, y no en el certamen que se realizó en Tucumán. El 29 volverá a pisar el Atahualpa, pero ya en esa vez para presentarse como solista.
Sonido especial
Alrededor de las 2 de la madrugada será el turno de Julio Palacios y sus cañas mágicas, en su quinta presentación consecutiva en Cosquín. Su participación será televisada para todo el país por la TV Pública (Canal 7).
“Actuar en ese lugar es una medalla para el alma, que te acompaña toda la vida. Es el acontecimiento folclórico más importante del que puede participar un artista, porque tiene una enorme trascendencia en el exterior; vienen delegaciones invitadas de otros países que nos ven y se abren muchas posibilidades de contratos”, dijo en una entrevista con LA GACETA.
Palacios conoce lo que es viajar. Estuvo en Finlandia, Rusia, España, Irlanda, Inglaterra y Suecia. “Son culturas distintas, pero le gusta mucho lo que hago. Los aerófonos de caña producen siempre un gran impacto en el público. Los europeos vienen mucho a América Latina, pero la mayoría no va más al sur de Machu Picchu”, afirmó.
El músico destacó la importancia de los espacios que se montan por aparte del festival propiamente dicho, como los espectáculos callejeros (de gran calidad) o el encuentro de poetas. “Trato de nutrirme en el trato con colegas de todo el país y del extranjero, como lo hice cuando me fui a estudiar a La Plata en 1973, desde mi Aguilares natal. Entonces había una gran confluencia de estudiantes latinoamericanos (luego se cortó por la dictadura militar). A mí me enseñó el gran profesor Arnoldo Pintos, con quien descubrí el sonido especial de los instrumentos de viento”, agregó.
No estará solo sobre el escenario, porque lo acompañarán sus músicos y el ballet Sol Naciente, con 45 integrantes. “Como mi trabajo es con la respiración, para mí en ese momento sólo existe la melodía que toco, que me lleva a lo más profundo de la emoción; pongo en reposo mi alma”, sostuvo.
En la cartelera de la jornada inaugural se anuncia las presencias rutilante de Sergio Galleguillo, Jorge Rojas, Bruno Arias, Los Visconti, el Grupo Vocal Norte, el Ballet Nacional, la Bruja Salguero y la delegación oficial de la provincia de Santiago del Estero, entre una treintena de artistas.
ACTÚA HOY
• Julio Palacios y sus cañas mágicas subiría al escenario en la madrugada, con televisación en vivo.